Aznar, cada día de más actualidad y lo que te rondará

Estábamos todavía en las 200 clases de golf a la Aznar family de visera en el municipal Club de Campo de Madrid cuando el maestro de la cosa vuelve a firmar a primera con una información leída y releída desde primeras horas de la mañana en el cuartel general de Génova 13 y, of course, en apartamentos privativos de Moncloa.

Porque Raúl del Pozo no sólo tiene talento incomparable en esto de poner una letra detrás de otra. Adjunta  algo tan intangible pero que se masca, como es la  credibilidad.

En una pieza a caballo entre la información y la opinión, Del Pozo insinúa un nombre al que cita: ”José María Aznar no recibió sobresueldos desde que llegó a la presidencia del Gobierno…”.

Modestamente siempre fue mi tesis (algo conozco, creo, del personaje y sus alrededores) que pagó un alto precio por expresarla.

Hace unas semanas el exmandatario (que prestó estimables servicios a España durante sus ocho años de mandato) me volvió a producir sorpresa cuando leí que le había mandado a Mariano Rajoy una lección de ética y de comportamiento limpio.

Pero, oiga, ¿qué es el caso Bárcenas? ¿En qué contexto se enmarca el caso Gürtel? Decía el viejo labriego castellano aquello de “consejos vendo que para mí no tengo”.

Desde que José Luis Peñas puso sus grabaciones a Correa y adláteres en manos de la Policía Judicial y estalló el escándalo, lo tuve claro. Es todo un periodo en la vida del centro derecha el que estaba en cuestión. ¡Ya sé que en otros partidos de singular porte ocurrió lo mismo! Claro que lo sé.

El problema del PP aznarista&casquista es que tras aterrizar en Moncloa se creyeron que eran de verdad.

¡Parece mentira que el primer cargo de Aznar fuera diputado por Ávila! Porque ahí debió aprender la lección. Después de Santa Teresa, levitar conlleva peligros extraordinarios. El primero y principal, morir de éxito. Que tampoco es nada nuevo por esto lares.