Gallardón lo tiene crudo y Fernández, más

Una cosa son los grandes pronunciamientos teóricos respecto a la doctrina de Montesquieu y otra bien distinta la praxis política diaria. La primera queda bien para conferencias y salones; la segunda es la administración del poder constituido y ejerciente.

Si se pega el oído en el surco gubernamental del PP oirán en distintos tonos el enorme cabreo con que mecen sus cuitas los afectados y los que, de una forma u otra forma, sufren daños colaterales. Ahora esa queja parte de La Zarzuela. Pero, ¿no habíamos quedado que la Fiscalía pondría sordina al instructor?

Porque resulta que en el juzgado número 5 de la Audiencia Nacional (Pablo Ruz) mandan (dígase influyen) las indomables Miriam Segura y Concepción Sabadell, y en Palma, el juez Castro le hace una ‘piruleta’ al Ministerio Público.

No es el único. Masculla la muchachada al unísono ¿Acaso los del PP somos gilipollas? ¿Es que no hemos aprendido nada del 11-M? ¿Hasta cuándo vamos a sufrir el complejo ante la izquierda?

Van directos a por Jorge Fernández Díaz, al que demandan potestas en un poder del Estado decisivo como son los cuerpos policiales y de investigación.

Se cuentan los días que restan para que las listas al Parlamento Europeo puedan aclarar algunas cosas. Antes resulta difícil, porque el presidente suele levantarse a diario con la manida canción del “Resistiré….”.