Continúa el escándalo en vivo y en directo en las cajas

A Andrés Herzog, secretario general del Grupo Parlamentario de Unión, Progreso y Democracia (UPyD), le salen los papales de su despacho en el Congreso de los Diputados por las ventanas. Lo sustancial de sus legajos en estos momentos son precisamente las iniciativas, tanto parlamentarias como judiciales, en relación con las cajas de ahorros y los “robos” (Irene Lozano dixit) que han perpetrado contra los ciudadanos.

Pues bien, la cosa sigue. Por ejemplo, Herzog ya estudia los procederes de hoy y de antaño los gestores de Caja de Burgos (luego Banca Cívica) por ver si hay elementos para que los jueces puedan seguir empurando a unos administradores desleales. Datos no faltan, al parecer.

En esa entidad, otrora castellana, su director general, Rafael Barbero, percibe actualmente como presidente de la Fundación, la friolera de 209.215 euros anuales; su secretario general, Andrés Carretón, 118.280 euros; la responsable de la Obra Socia. Rosa Pérez, 128.471 euros. Mientras todo el país tirita, el señor Barbero, con un par, subió las nóminas de la Fundación un 2% y el actual presidente de Caja Burgos, José María Leal Villalba, recibe de la nueva entidad dueña de esa caja 1,1 millones de euros para investigación universitaria sobre el cáncer, junto con su mujer y un par de colaboradores en Santiago de Compostela a través de una sociedad de la que esta señora es socia. Todo ello sin entrar en considerandos respecto a las cantidades que faltan de créditos fallidos concedidos en extrañas circunstancias a cargos de la caja. ¡Ojalá que, por fin, el juez pida datos porque la señorita Ana Carretero Ortega sostiene que todo este quilombo es “privado y confidencial”!  

¡Que pase el fiscal y lo estudie!