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Las cuentas del gran cardenal
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Graciano Palomo

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Las cuentas del gran cardenal

Soy de los convencidos de que fuera de la Iglesia no hay salvación. Sobre todo, en lo referido a los asuntos terrenos, que de los divinos

Soy de los convencidos de que fuera de la Iglesia no hay salvación. Sobre todo, en lo referido a los asuntos terrenos, que de los divinos ya nos contarán. Pues bien, mientras se está a la espera del rebufo del “Francisco style” (Papa) en la “fidelísima” y católica nación española y en su plasmación en parámetros de poder en la Conferencia Episcopal, ésta ha repartido un muy bien documentado dossier para sostener desde el punto de vista contable el apoyo económico a la iglesia española.

Me parece que el argumentario lleva el talento económico y contable de Fernando Giménez Barriocanal que es uno de los cerebros mejor amueblados que conozco y que siempre me asombró que fuera elegido decano de la Facultad de Ecónomicas de la Autónoma rodeado como está de “rogelios”, muchos de los cuales agresivos y en activo.

Vaya por delante que el que suscribe es partidario de eliminar por completo los óbolos que la Iglesia recibe del Estado. Lo mismo que a sindicatos y patronales. ¡Quien quiera bautizarse, que pague! ¡Quien quiera oír misa, que pague! Como lo hacen en Alemania y otros países serios. De esa manera, ganaría libertad y pensamiento crítico frente al poder. Los católicos debemos afrontar desde nuestros propios bolsillos el sostenimiento de la Iglesia, aunque es un hecho cierto que sacerdotes, religiosos y seglares han dedicado 45 millones de horas a ayudar a los demás en este maltrecho país.

Creo, modestamente, que los 350.000 bautizos habidos en 2010, las 280.000 primeras comuniones, los 75.000 matrimonios católicos, las 310.000 exequias celebradas bajo el signo de Cristo y las más de cinco millones de celebraciones eucarísticas deberían ser más que suficientes para sostener una iglesia austera, que lo es, y un clero que pese a las sandeces esculpidas ya no vive como curas. Esto es, que durante el año citado se bautizaron en España el 72 por ciento de los nacidos y recibieron cristiana sepultura el 84 por ciento de los que la palmaron. Los jerarcas eclesiásticos deberían reflexionar acerca de un dato: por qué sólo se casan por la Iglesia el 43 por ciento de los matrimonios.

Soy de los convencidos de que fuera de la Iglesia no hay salvación. Sobre todo, en lo referido a los asuntos terrenos, que de los divinos ya nos contarán. Pues bien, mientras se está a la espera del rebufo del “Francisco style” (Papa) en la “fidelísima” y católica nación española y en su plasmación en parámetros de poder en la Conferencia Episcopal, ésta ha repartido un muy bien documentado dossier para sostener desde el punto de vista contable el apoyo económico a la iglesia española.