El listado de créditos de Caja Madrid que asusta al personal

Dentro del monumental escándalo que embarga la vida nacional a propósito de Caja Madrid/Bankia -otros casos como Banca Cívica se están cocinando- sería muy ilustrativo y de agradecer que ahora que esa entidad es de dominio público, el presidente José Ignacio Goirigolzarri diera a conocer los créditos (o lo que resultaran) impagados que en su día concedió Miguel Blesa y bajo qué argumentos. ¡Sería un gran alarde de justeza y hasta de patriotismo!

Tengo para mí que de ese listado (que hace temblar a más de cuatro) podríamos sacar algunas conclusiones muy interesantes de aquello que fue otrora en la segunda caja de ahorros de España. No estaría de más sino que va de suyo conocer el agujero por impagados y sobre qué concepto. Tanto sea para fundaciones de uno y otro signo, para campañas electorales de aquí y de acullá, para sindicatos y organizaciones paralelas y al uso, para fiestuquis pseudoculturales, para cursos sobredimensionados y bokasianos en plan veraniego o a título personal a gentes de la pomada.

Estoy convencido de que acabará saliendo esa “lista maldita”, incluidos los préstamos a grandes grupos de comunicación que ahora se escandalizan porque el juez Elpidio José Silva, dicen, actúa por “enemistad manifiesta” y en clara violación de su ámbito jurisdiccional. ¡Siempre que hay un dante existe un tomante! Dicen.

En el consejo de administración de Caja Madrid abrevaron muchos nombres todavía en activo, ya sea política o sindicalmente. Y cuando se está ahí es por algo, especialmente en tiempos de gran bonanza económica y burbujas de todo tipo. Y la representación tiene, sin duda, una contraprestación.

Vuelvo a insistir en que, por ejemplo y sin ir más lejos, el que fue vicepresidente José Antonio Moral Santín (IU) tendrá que abrir la boca de una vez por todas, lo mismo que los dirigentes sindicales que por allí pululaban y que pasaban facturas. El poder omnímodo durante catorce años de Blesa partió del PP, sí, pero fue necesario el apuntalamiento del resto de organizaciones de todo tipo. El ovillo de los créditos (especialmente si fueron fallidos) conducirá inevitablemente hasta la madeja obscena del abuso.