¿Qué temen los sindicatos de la ley de transparencia?

He escuchado atónito a los dirigentes sindicales Rodolfo Benito (CCOO) y Frederic Monell (UGT), que no están dispuesto a consentir que la Ley de Transparencia impulsada por el Gobierno “limite su autonomía sindical” porque ellos no son “la Corona” y no van a permitir que se limite su autonomía organizativa.

Pero al mismo tiempo reclaman “profundas reformas” que acabe con la corrupción generalizada. Benito, sin ir más lejos, ha formado parte del consejo de administración de Caja Madrid y, que se sepa, nunca hizo objeción alguna a las obscenidades de su presidente Blesa.

Paralelamente, el jefe de Comisiones Obreras, Ignacio Fernández Toxo, con gesto adusto y amenazante, anuncia urbi et orbi que no está dispuesto a someterse a un “estriptis nacional” al que se ha abonado y corea el conjunto del país.

¿Qué temen? ¿Que el incumplimiento de la futura ley, más necesaria que el pan de cada día, les deje sin condumio? ¿Que los ciudadanos se enteren de a qué dedican el dinero y cuánto perciben de sus impuestos? Si ya sabemos cuánto… Lo que no se sabe es en qué se gasta.

Se podría extraer la conclusión de que el sindicalismo español -que es pieza clave en una sociedad democrática y en progreso- está necesitado de muchas ITV y de una vuelta de calcetín.

Lo que no pueden olvidar es algo elemental que repetía con mucha frecuencia el soviético Bresniev, que algo les sonará, cuando decía aquello de que quien paga manda. ¡Se lo podía haber dicho Santiago Carrillo al que daban maletines repletos de dólares!

No se puede estar en la procesión y repicando. Sentarse en los consejos de administración de las empresas públicas, recibir por ello honorarios extensísimos (me da igual vayan a cuentas particulares o a la caja del sindicato) y al mismo tiempo defender a los trabajadores de esos consejos de administración es como intentar ser mujer de moral distraído y a la vez pretender ir a una causa de beatificación.

¡Quién les iba a decir que una ley de la “derechona” les iba a poner ante sus propias incongruencias y en un tema por el que pían constantemente!

¡O témpora! ¿O mores!