Es noticia
Un Alonso en la corte de la 'reina' Soraya
  1. España
  2. Palo Alto
Graciano Palomo

Palo Alto

Por

Un Alonso en la corte de la 'reina' Soraya

Suele aparecer con cierta regularidad, con su atildada cara de palo, en las inocuas ruedas de prensa que los portavoces parlamentarios se ven obligados a realizar

Foto: Un Alonso en la corte de la 'reina' Soraya
Un Alonso en la corte de la 'reina' Soraya

Suele aparecer con cierta regularidad, con su atildada cara de palo, en las inocuas ruedas de prensa que los portavoces parlamentarios se ven obligados a realizar un día sí y otro también, justamente para no decir nada en el mejor de los casos y, en el peor, para negar la mayor. Pero me alertan acerca de Alfonso Alonso, que fue alcalde de Vitoria y ha declinado recientemente convertirse en jefe del PP en el País Vasco, uno de los territorios comanche para el centro/derecha español, en beneficio de la irunesa Arancha Quiroga, que reparte su tiempo entre la política y sus cinco hijos.

Alonso forma parte de esa cuadra de dirigentes tan descriptibles que acaudilla Soraya Sáenz de Santamaría y será difícil encontrar un charco en el que chapotee el guardián de las esencias populares al frente del Grupo Parlamentario en momentos tan aciagos. Ahora acaba de dar sustancia con la otra Soraya (Rodríguez), foto incluida, el acuerdo verbal entre Rajoy y Rubalcaba y me alertan acerca de la irresistible ascensión del muchacho.

La vicepresidenta argamasó su equipo de confianza (ahora también tendrá la responsabilidad de dirigir el CNI económico) durante los tres años y medio al frente del Grupo Parlamentario tras el Congreso de Valencia, donde tuvo que capear con los díscolos aznaristas a los que finalmente dobló el brazo a base de horas. El catalán José Luis Ayllón, secretario de Estado para las Relaciones con las Cortes, es su íntimo amigo y dentro del mismo bloque aparecen Álvaro Nadal, la ministra Báñez, María González Pico, jefa del Gabinete (la vicetodo de la vicetodo), Miri Barrera y Charo Pablos, que depende de Jorge Moragas.

Alonso Aranegui, filólogo de estudios (románicos), está llamado a ser ministro y a partir de ese dato vaya usted a saber. Lo relevante al día de hoy es que se trata de un poder fáctico en ascenso dentro de la mesnada popular. Se puede mantener el orden (incluso con diputadas como Celia Villalobos) sin levantar la voz y deambulando por el hemiciclo como si estuvieras pintando un cuadro costumbrista en las altiplanicies del Teide. Sentido común.

Suele aparecer con cierta regularidad, con su atildada cara de palo, en las inocuas ruedas de prensa que los portavoces parlamentarios se ven obligados a realizar un día sí y otro también, justamente para no decir nada en el mejor de los casos y, en el peor, para negar la mayor. Pero me alertan acerca de Alfonso Alonso, que fue alcalde de Vitoria y ha declinado recientemente convertirse en jefe del PP en el País Vasco, uno de los territorios comanche para el centro/derecha español, en beneficio de la irunesa Arancha Quiroga, que reparte su tiempo entre la política y sus cinco hijos.

Soraya Sáenz de Santamaría