Miguel Blesa, ¡qué cosa!

Se ha librado en primera instancia por la impericia de un juez (Elpidio Silva) que dice afirmar que si tirara de la manta “el sistema no lo soportaría…”.

¡Tire usted a gusto, que el sistema lo soporta todo! ¡Otro que viene con ínfulas!

A estas alturas de la peli todo español medianamente informado –la verdad es que no son muchos– sabe que el tal Miguel Blesa no fue sino el mandado en una Caja por el poder político que dominaba un excompañero de piso en sus años de mozos de inspector fiscal en Logroño.

Blesa, especialmente tras conocerse sus obscenos y perseguibles emails en relación con las preferentes de Cajamadrid [desvelados por eldiario.es], era un edecán y comisionado de José María Aznar con el visto bueno y la aprobación de Izquierda Unida, los sindicatos y el conjunto de la izquierda a la que compró con el dinero de los clientes de la entonces segunda caja de ahorros de España.

Ese tipo de perfiles no son fiables. Prepotente con los de abajo, soberbio con los débiles y genuflexo con los que le dieron dinero y poder. No voy a entrar, aunque podría, en otro tipo de comportamientos personales y de su relación con subordinadas. Si no lo denunciaron, allá ellas.

Si este hombre encerado se va de rositas habrá un motivo más para desconfiar de la Justicia y de nuestro pobre Estado de Derecho.

Y todavía estamos por descubrir el listado de agraciados con sus créditos generosos, dados sin tener en cuenta datos objetivos sino más bien cuestiones 'intangibles' para proteger su fachesca imagen.

Cuando el señor Goirigolzarri decida que somos gente madura para conocer ese listado podrá hacerse el lector cabal idea del sujeto de marras.

Mientras tanto permítasenos, al menos, aplicar nuestra particular capacidad deductiva.