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La podredumbre andaluza
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Graciano Palomo

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La podredumbre andaluza

35 años después de iniciada la aventura autonómica entre las nacionalidades históricas, Andalucía, tras recibir miles de millones de euros de Europa, España y del sursum

Foto: Junta transfiere derechos mineros para explotar mina riotinto (huelva) a emed
Junta transfiere derechos mineros para explotar mina riotinto (huelva) a emed

35 años después de iniciada la aventura autonómica entre las nacionalidades históricas, Andalucía, tras recibir miles de millones de euros de Europa, España y del sursum corda, no ha logrado reducir apenas las diferencias de su PIB en relación con los otros territorios donantes. Después del esfuerzo inversor del Estado -es el territorio con más kilómetros de AVE, con Expo 92, Mundiales de todo tipo, etc…-, Andalucía, monocolor socialcomunista desde la restauración democrática por mor de la preponderancia de lo rural frente a las ciudades, tiene el mayor índice de paro del país (compartiendo este deshonor junto con Canarias) y sin subvenciones tendría que cerrar.

Recibe millones de visitantes y turistas y todo va a peor. Sus cuentas públicas no resisten una ojeada meramente interventora. ¿Qué es esto?

Pero no a todos les va mal. La presidenta Susana Díaz, una lideresa inmarcesible para algunos cuando todavía no ha demostrado siquiera que sepa gestionar una mercería, se enfrenta a toda la podredumbre acumulada durante muchos lustros. El pulso de los neocomunistas-antisistema ha demostrado que lo único que les importa es el poder, aún vicario, y que bajarse de la mamandurria es un trauma insoportable.

El monumental fraude de los ERE (mil millones de euros), el obsceno y escandaloso asunto de los cursos de formación (2.000 millones) y la pléyade de casos por doquier en municipios, diputaciones y otros surcos públicos que apestan podrían llevarnos a concluir que la limpieza no puede hacerse ya con aguarrás sino con ácido sulfúrico.

El discurso de estos días de la propia Díaz, Cayo Lara, Diego Valderas, López, es de tal patetismo que requeriría una movilización de sus respectivas militancias para hacernos creer que no todos son iguales.

Hoy por hoy, y al margen de sus influyentes (al parecer) gabinetes de imagen -¿quién los paga y de dónde?- que llevan en volandas a la presunta lideresa socialista, lo que Díaz ha demostrado es que tiene unas tragaderas políticas sin fin y que cualquier Gordillo o consejera sectaria y antigua le hacen pasar por el aro.

El resto, bagatelas.

35 años después de iniciada la aventura autonómica entre las nacionalidades históricas, Andalucía, tras recibir miles de millones de euros de Europa, España y del sursum corda, no ha logrado reducir apenas las diferencias de su PIB en relación con los otros territorios donantes. Después del esfuerzo inversor del Estado -es el territorio con más kilómetros de AVE, con Expo 92, Mundiales de todo tipo, etc…-, Andalucía, monocolor socialcomunista desde la restauración democrática por mor de la preponderancia de lo rural frente a las ciudades, tiene el mayor índice de paro del país (compartiendo este deshonor junto con Canarias) y sin subvenciones tendría que cerrar.

Paro PIB Susana Díaz