OHL reaparece en una nueva travesura de Matas

El muy veterano Juan Miguel Villar Mir, desde su convalecencia, sofoca el incendio veraniego levantado por la exconsejera de Sanidad Aina Castilla, que lo fue en el Govern de Jaume Matas (en prisión en la cárcel de Segovia por otro delito), a propósito de un presunto amaño en la adjudicación del hospital Son Espases de Palma de Mallorca.

El exministro de Aznar ordenó, siempre según la consejera Castillo, alterar el concurso para la construcción del mencionado centro sanitario a favor de OHL, el holding presidido por el exministro de Franco, uno de los mayores de España y con una fuerte presencia internacional. Matas tenía especial interés en que la empresa se llevase el gato al agua (740 millones de euros) frente a la oferta de su competidora, Dragados /FCC.

“Lo de Matas es algo muy duro para el PP”, sostiene un alto dirigente en activo del partido en el poder. Jaume fue impulsado en la época de José María Aznar por su íntimo amigo Eduardo Zaplana y todo el mundo -Rajoy incluido- compró el bacalao que vendía el mallorquín. El presidente también ha manifestado su “sorpresa” cuando ha empezado a tener noticias de las andanzas del yuppie balear, que amasó una fortuna considerable.

Fue en el verano de 2003 cuando las familias de Zaplana, Rajoy y Matas se hicieron un crucero por el Mediterráneo a bordo de un lujoso yate de un conocido empresario de la isla grande.

No hay que olvidar que fue ministro de Medio Ambiente y presidente del Gobierno autonómico en dos ocasiones. Cuando no pudo formar gobierno cuatro años después, ante el pentapartito de Antich, mandó por fax a Génova 13 su dimisión como jefe del PP en las islas, huyó despavorido a Estados Unidos y empezó el principio del fin.

A partir de ahí, ya nadie quiso subirse de nuevo en su barca. Salvo Zaplana. Un amigo, dicen, para todas las estaciones.