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Habló Roma: el Papa Francisco ya tiene su líder en España
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Graciano Palomo

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Habló Roma: el Papa Francisco ya tiene su líder en España

Ha habido sus más y sus menos en esa particular e intransferible vía política y diplomática vaticana en la sustitución del líder de la Iglesia Católica

Foto: Pasado y presente del  arzobispado madrileño (Efe).
Pasado y presente del arzobispado madrileño (Efe).

Ha habido sus más y sus menos en esa particular e intransferible vía política y diplomática vaticana en la sustitución del líder de la Iglesia Católica en España durante lustros, aún décadas, monseñor Antonio María Rouco Varela, el paisano del mismo pueblo que Manuel Fraga.

Rouco, con sus luces y sus sombras, ha sido el bastión y dique de contención de muchas cosas, pero era un dirigente religioso claramente superado por el devenir del mundo, sí, pero también por la propia evolución de la Iglesia de Cristo en su configuración humana.

La llegada del cántabro Carlos Osoro, con su parecido físico y de formación similar al Papa Francisco, era un asunto cantado después de que don Ricardo Blázquez fuera reelegido presidente de la Conferencia Episcopal y el sacerdote José María Gil Tamayo secretario general de la misma, lo que es igual a jefe del aparato de Añastro, 1.

Todas las fuentes consultadas, buenas conocedoras de monseñor Osoro, sostienen que la moderación y equidistancia “política” del nuevo arzobispo de Madrid, próximo cardenal, y su sentido del rol que debe jugar la Iglesia en los tiempos que corren se harán notar muy pronto en el escenario/altar más señero de España.

Destacan de Osoro su “acercamiento a los hombres” por encima de cualquier otra consideración en su dicasterio, que para algunos es sinónimo de “pobreza evangélica”, que es lo que se estila en estos tiempos de tribulación y lo que ha hecho que el argentino Bergoglio se haya constituido en la mayor autoridad moral del mundo, en expresión del protestante Obama.

Incluso en su marcha/jubilación, si es que un príncipe de la Iglesia se jubila alguna vez, monseñor Rouco Varela no se ha librado de críticas muy acerbas y descalificaciones escasamente caritativas. Es verdad que en determinados asuntos políticos mostró beligerancia y una cierta agresividad (unidad nacional, enseñanza religiosa, desacralización del hecho religioso, etcétera…), pero si alguien piensa que en cuestiones de dogma y doctrina habrá diferencia con Osoro se equivoca de medio a medio.

Simplemente el Franciscus style ya tiene su franquicia en Madrid. Con el aterrizaje en los despachos de La Almudena, Carlos Osoro, al que sus compañeros en el Orden Episcopal consideran un “hijo del Vaticano II”, completa una fulgurante carrera eclesiástica tras su paso por Ourense, Oviedo y Valencia.

Lo anterior me da pie a recordar a mi héroe particular de este verano, el padre Miguel Pajares, héroe humano y santo cristiano que entregó la vida por sus semejantes. ¡Con meros criterios evangélicos!

Ha habido sus más y sus menos en esa particular e intransferible vía política y diplomática vaticana en la sustitución del líder de la Iglesia Católica en España durante lustros, aún décadas, monseñor Antonio María Rouco Varela, el paisano del mismo pueblo que Manuel Fraga.

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