La decisión sobre Madrid está al caer

Me llama un colega que tiene firma en la contraportada de un periódico, todavía relevante antes de que lo fusionen, para decirme que Ana Botella ha dicho que no va a presentar candidatura al Ayuntamiento más decisivo de España.

Contesto que eso parece ser cierto, en efecto,pero la señora no dice verdad. Porque no es que no quiera presentarse -está chupiencantada de que le bailen el agua disparando con pólvora ajena, cortando cintas y recibiendo los aplausos de niños preparados al efecto en sus visitas a barrios-es que hay unanimidad entre todos los sectores del Partido Popular en que sería un completo desastre si encabezara el ticket electoral dentro de unos meses.

En este sentido, Botella es ya irrelevante. Lo sustancial para el PP de Mariano Rajoy y María Dolores de Cospedal es mantener el poder en la capital y, por extensión, en la Comunidad. Porque lo de la Comunidad Valenciana parece estar más crudo, aunque nunca se sabe. Al fin y al cabo, la oposición de izquierdas tiene que agruparse en un sinfín de partiditos antes de la toma del poder.

Siempre he mantenido que Rajoy es, antes que nada, un dirigente práctico. Lo tiene claro; meridianamente claro. Le importa una higa (dentro de un orden, naturalmente) quién sea el candidato/a, lo que desea es mantener Madrid a toda costa. Entre otras cosas porque a él le va mucho en ello. Que tiene que llamar a Esperanza e invitarle a un zumo de naranja israelí, lo hará. Más complicado veo lo de Soraya. Nunca fue partidario de desvestir a un fraile para cubrir a un santo.

Fuentes distintas de alto nivel tanto en Génova 13 como en Moncloa -aunque aquí en todo lo que tenga que ver con el partido procuran echar balones fuera- insisten en que en esta ocasión Rajoy tomará una decisión a no tardar.

¡Quiero verlo!