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Lo que perseguirá al nuevo ministro Catalá
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Graciano Palomo

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Lo que perseguirá al nuevo ministro Catalá

Un tecnócrata que ni siquiera es militante del partido en el gobierno. ¿Quién le sugirió al presidente a toda prisa el nombre del ejecutivo? Su jefa hasta ese momento

Foto: Rafael Catalá. (Efe)
Rafael Catalá. (Efe)

Un tecnócrata que ni siquiera es militante del partido en el gobierno.Así se recibió el nombramiento de Rafael Catalá como el nuevo miembro que se sentará al menos durante año y medio alrededor de la mesa del Consejo de Ministros entre la alta dirección del PP, que no necesariamente está en la calle Génova 13.

Los años largos –tras pasar como alto cargo en el Ministerio de Justicia en la etapa Aznar–como factótum ejecutivo en el Grupo Codere (un consorcio de juego de la familia de José Martínez Sampedro ahora mismo en tela de juicio respecto a sus posibilidades de supervivencia) perseguirán a Catalá mientras esté subido en coche oficial. Sus capacidades técnicas nadie las pone en duda pero sus resultados son más bien escasos.

En el sector mencionado subrayan que se implicó demasiado en Codere y se dejó muchos pelos en la gatera en defensa de un personaje poco exportable como Martínez Sampedro y, en el mejor de los casos, un tipo que no goza de especiales simpatías por su prepotencia. Cuando salieron a Bolsa las acciones de Codere se cotizaron a 21 euros; ahora mismo a duras penas sobreviven a uno. Luego pidió 600 millones de euros en bonos: a duras penas puede pagar los intereses. Esta es la verdad. Y la verdad es siempre la verdad. Creo.

Rafael Catalá, que tiene menos relación con la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría de lo que se ha contado en algunos medios, ha servido para taponar una minicrisis a toda prisa y velocidad pero de ahí a ser ministro ‘de verdad’ dista un abismo. Isabel García-Tejerina, que es otra tecnócrata pero con más fuste político, se ha ganado el aprecio generalizado de sus compis del Gabinete y muy específicamente de Mariano Rajoy que es al fin y a la postre el que cuenta.

Desde el inicio de la Transición casos como el de Catalá se cuentan a docenas. Pero ninguno venía con precedentes tan ‘sospechosos’, y no incluyo aquí su predisposición a entender que Cataluña per se es más que Asturias o La Rioja.

¿Quién sugirió al presidente su nombre a toda prisa y velocidad? Es obvio. Su jefa hasta ese momento.

Un tecnócrata que ni siquiera es militante del partido en el gobierno.Así se recibió el nombramiento de Rafael Catalá como el nuevo miembro que se sentará al menos durante año y medio alrededor de la mesa del Consejo de Ministros entre la alta dirección del PP, que no necesariamente está en la calle Génova 13.

Isabel García Tejerina Rafael Catalá Alberto Ruiz-Gallardón José Antonio Martínez Sampedro