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Rajoy pasa al ataque
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Graciano Palomo

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Rajoy pasa al ataque

Si hay algo que saben a estas alturas los españoles de su presidente del Gobierno es que se trata de una persona muy escasamente dada a

Foto: El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. (Efe)
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. (Efe)

Si hay algo que saben a estas alturas los españoles de su presidente del Gobierno es que se trata de una persona muy escasamente dada a las alharacas porque cree, esencialmente, que el buen paño en el arca se vende. ¡Craso error!

En definitiva, y bien estudiado, no ha hecho otra cosa durante estos tres terribles años en el poder que poner blanco sobre negro la estrategia que compró en la botica de Pedro Arriola en el mismo instante que el pueblo le invistió con una mayoría absoluta.

Cuatro años pasan pronto y mucho más en medio de una borrasca que cuando no tira truenos se acuesta en medio de rayos. En esas está el presidente. Tras el regreso de Brisbane, donde fue jaleado por el G-20 -¡lo siento! pero es la verdad-, el primer ministro ha tomado nota: llegó el momento de sacudir la badana y, sobre todo, sacudirse la modorra. El ruido resulta en ocasiones ensordecedor y si se dejara llevar por ello –no quiere decir en modo alguno que sea bueno y honesto en un gobernante democrático hacer oídos sordos a argumentos sólidos que llegan desde la calle, el surco, los sectores sociales, las aulas, la marginación y los sectores productivos- lo mejor sería acudir al palacio de la Zarzuela y presentar la dimisión a SM el Rey señalando al sucesor. No parece Mariano Rajoy persona que se amedrente ante el empuje de los leviatanes. Lo tiene acreditado. Después de sostener el pulso a Merkel, Sarkozy, Draghi, los mercados, banqueros y empresarios cuando le exigían el rescate del Reino no se va a meter ahora bajo la mesa por asuntos serios pero menores.

Arriola le ha convencido, en efecto, deque necesita recuperar 6 puntos para alcanzar el 35% de los votos. Si eso se alcanza –simplemente con recuperar el voto perdido del centro derecha- podría gobernar sin mucha dificultad y sin gozar de la mayoría absoluta

¿Es posible? Lo ignoro. Lo que sé es que ha llamado a rebato a sus pares, abre la mano de los 400 euros para desempleados de larga duración, elige a un político para el Ministerio de Sanidad y dice estar dispuesto a “explicar” lo que ha hecho y por qué lo ha hecho.

Hay, sin embargo, algo que el primer ministro no debería desconocer y aún menos olvidar: Españaestácambiando a marchas forzadas. Y no se pueden poner puertas al campo.

El futuro siempre es un arcano.

Si hay algo que saben a estas alturas los españoles de su presidente del Gobierno es que se trata de una persona muy escasamente dada a las alharacas porque cree, esencialmente, que el buen paño en el arca se vende. ¡Craso error!

Mariano Rajoy