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Cuando el 24 de mayo se decida el futuro
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Graciano Palomo

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Cuando el 24 de mayo se decida el futuro

El 24 de mayo, con los almendros ya en flor, se juega gran parte del futuro de España porque los comicios municipales siempre tuvieron un toque decisivo

Foto: Mariano Rajoy. (Efe)
Mariano Rajoy. (Efe)

El 24 de mayo próximo, con los almendros ya en flor, se juega gran parte del futuro de España porque los comicios municipales siempre tuvieron por estos lares un toque perceptible y decisivo para empujar a la historia por derroteros ignotos.

Resulta especialmente importante, enprimer lugar, para el partido en el Gobierno,que lleva tres años recibiendo de forma ininterrumpida bofetadas adiestro y siniestro –muchas de ellas bien ganadas– hasta el punto de haber cuajado la idea de que es la madre/origen de todos los males que nos acechan. Si el descalabro electoral que anuncian no pocas encuestas se confirmara una vez abiertas las urnas, es de sentido común que la caja de pandora interna –esa que nadie se atreve a abrir– otearía nuevos horizontes que permanecen cerrados desde el 31 de agosto de 2003, cuando Aznar López decidió por su exclusiva cuenta que su hereu sería Mariano Rajoy. Entonces, queridos amigos, el centro derecha en España comenzaría una nueva andadura rumbo a lo desconocido y quizá se podría poner en almoneda hasta la misma organización político/administrativa que representa el PP ya con muchos jirones en su cuerpo.

Pero si, por el contrario, en municipios, provincias y comunidades autónomas el castigo infligido es tolerable teniendo en cuenta la administración durante tres años y medio de una crisis brutal, entonces los consiguientes idus de comienzos de 2016 –con la economía ya enseñando su cara amable– aparecerían de una forma bien diferente. De ahí que Mariano haya decidido dar un paso al frente –tampoco tenía por qué hacerlo– y optar a la reelección.

Algo similar y correlativo pero más grave ocurre con Pedro Sánchez. ¡Qué poco dura el gozo en casa del pobre! Para el secretario general socialista, el 24-M es un órdago a vida o muerte. No parece muy razonable y justo, pero así es la vida pública en las actuales circunstancias. Si recupera algunos feudos emblemáticos –Madrid, Sevilla– puede salvar la cabeza que ya, injusta e irresponsablemente, algunos conmilitones han puesto en almoneda.

Esto es lo sustancial. Porque el 24-M, con toda su carga de coyuntura, anunciará la partida decisiva que se jugará unos meses después con vitola tragicómica.

El 24 de mayo próximo, con los almendros ya en flor, se juega gran parte del futuro de España porque los comicios municipales siempre tuvieron por estos lares un toque perceptible y decisivo para empujar a la historia por derroteros ignotos.

Mariano Rajoy Pedro Sánchez