¿Cuándo se sirve el plato fuerte de Montoro?

Cuando el país se hacía cruces respecto a los nombres que aparecen en la Lista Falciani desvelada por El Confidencial,en colaboración con Le Monde y el ICIJ, el siempre distinto -que no distante-Cristóbal Montoro dijo entre risitas que se trataba “sólo de un aperitivo…”.

Yo me lo creo, entre otras cosas, porque tengo alguna información al respecto. Tengo escrito que no sería baladí que se cambiara la ley General Tributaria para que todo el mundo supiera lo que tributa el vecino. Los talibanes de todas las izquierdas que están todo el día piándolas con el tema de los impuestos se ponen de los nervios; olvidan que Lenin, tras el asalto al palacio de Invierno, dijo aquello de que con los soviets se terminó la vida privada. Punto.

Los que más insultan, amedrentan y amenazan son los que tienen la piel más fina. Se ponen de los nervios y huyen cuando la cartera toca el timbre de tu casa para entregarte un oficio de la Agencia Tributaria. Los ‘pillados’ por la máquina que en su día compró José Borell creen que se trata de una conspiración judeo/montorista cuando, en realidad, se trata de un mero ejercicio de pitidos que emite la mencionada máquina infernal. Luego, son los inspectores los que se ponen manos a la obra. De ahí que hayan sido insultados, entre otros, por ejemplo por Juan Carlos Monedero, pero hay algunos más.

Tengo para mí que esos platos fuertes anunciados ya están cocinados. Otra cosa es que sean servidos en vajilla de cristal de bohemia. Tampoco sé si la exposición de esos platos –que en efecto son fuertes, muy fuertes- se hará en la segunda etapa de Montoro como jefe de la caja pública. La Tercera Transición no se iniciará hasta que el fisco no haya cobrado hasta el último centavo de los defraudadores.

La maquinita de la AT, jefa de todos, sigue pitando demasiado.