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¿Quién responde políticamente por Banco Madrid?
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Graciano Palomo

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¿Quién responde políticamente por Banco Madrid?

¿Por qué ninguno de los españoles de BM está en prisión preventiva? ¿Ni Pérez ni Núñez supieron nunca las andanzas blanqueadoras de la entidad de la que cobraban?

Foto: El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, junto al exministro de Industria, Miguel Sebastián. (EFE/Chema Moya)
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, junto al exministro de Industria, Miguel Sebastián. (EFE/Chema Moya)

Miguel Sebastián, la gran revelación política/económica de José Luis Rodríguez Zapatero (ese estigma le perseguirá mientras viva), me manda un mensaje a través de Carlos Cuesta –cada día más cuajado en plan petit Larousse–, alertándome de que él no tiene nada que ver con el famoso chiringuito financiero Intermoney que alcanzó su máximo esplendor con el inabarcable (incuso a la hora de pedir vino de 1.500 euros la botella, somos socialistas pero no tontos), Carlos Arenillas.

Es un hecho cierto que, en efecto, Sebastián –el que durante su etapa como director del Servicio de Estudios del BBVA no dio ni una–tuvo poco que ver con la sociedad de valores referida. Estuvo en 1996 como director de Estudios, cuyos ingresos representaban el 0,1 de los ingresos de Intermoney hasta que, en 1996, justo con la llegada de Aznar al poder, se incorporó al BBVA. También el economista José Carlos Díez, conocido en la comunidad mediática como 'el chico de Cintora', anduvo por aquellos lares pero hace más de tres años que recogió sus papeles Tras ficharle con la vitola de “economista independiente”.

Bien, estos son los hechos. Pero lo que cuenta adía de hoy, porque han dejado a más de 100.000 pequeños y medianos ahorradores mirando a la luna de la plaza de Colón –donde está la central de Banco Madrid–, es que personas vinculadas al zapaterismo/PSOE han estado al frente –al menos como presidente y consejera–y no se enteraron de que la entidad de la que cobraban blanqueaba dinero de los corruptos bolivarianos/venezolanos y de medio mundo. Los hechos son tozudos.

El presidente de Banco Madrid no era otro que José Pérez (también hizo sus pinitos por la casa antes relatada), pero lo sustancial es que dirigió en calidad de jefe la inspección del Banco de España durante dos etapas del gobierno socialista. Y que según diversas fuentes fue impuesto de presidentepor Miguel Ángel Fernández Ordoñez (MAFO)cuando la Banca Privada Andorrana vioen BM un instrumento cojonudo para sus chanchullos. Y MAFO tenía que aprobar esa compra. Luego viene doña Soledad Núñez, directora general del Tesoro el gobierno Zapatero, que tuvo que aprobar dicha compra como consejero del Banco de España. Luego ocupó asiento también en calidad de consejera en Banco Madrid.

Curiosamente, la señora Soledad Nuñez tiene un marido. Se llama Javier Vallés. Y, curiosamente, era el Director de la Oficina Económica de la Presidencia del Gobierno….con Zapatero de presidente y en sustitución de Miguel Sebastián. ¡Viva Minnesota! Como Arenillas era el esposo de Mercedes Cabrera Calvo-Sotelo, ministra de Educación con el indomable chico de León.

Obvio otros muchos detalles que confirman, en cualquier caso, la relación PSOE/ZPcon BM. Porque este quilombo no ha dicho la última palabra. Pregunto:¿ni Pérez ni Núñez supieron nunca las andanzas blanqueadoras de la entidad de la que cobraban? ¡Coño, qué chollo! Entonces, ¿en calidad de qué cobraban?

Vuelvo a preguntar sin malicia o intención aviesa alguna. ¿Por qué ninguno de los españolesde BM está en prisión preventiva como si lo está Joan Miquel Pau, consejero delegado? Es una respuesta que tienen que dar lo más rápidamente posible a los 100.000 ciudadanos que aspiran a salvaguardar su dinero del corralito que políticamente tiene título: Los chicos listos y adinerados de ZP.

Esta entrega por hoy. La próxima semana más. Sigan atentos a este Palo.

Miguel Sebastián, la gran revelación política/económica de José Luis Rodríguez Zapatero (ese estigma le perseguirá mientras viva), me manda un mensaje a través de Carlos Cuesta –cada día más cuajado en plan petit Larousse–, alertándome de que él no tiene nada que ver con el famoso chiringuito financiero Intermoney que alcanzó su máximo esplendor con el inabarcable (incuso a la hora de pedir vino de 1.500 euros la botella, somos socialistas pero no tontos), Carlos Arenillas.

Miguel Sebastián BPA