Es noticia
El testamento a Margallo del 'Palace'
  1. España
  2. Palo Alto
Graciano Palomo

Palo Alto

Por

El testamento a Margallo del 'Palace'

Garcia-Margallo representa todo lo que tiene de fracaso el Gobierno Rajoy, aunque bien es verdad que en este periodo se ha conseguido presidir el Consejo de Seguridad de la ONU

Foto: El presidente de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, junto con el ministro de Exteriores de España, José Manuel García Margallo. (EFE)
El presidente de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, junto con el ministro de Exteriores de España, José Manuel García Margallo. (EFE)

Debía haber pasado una hora desde que dejó a Ban-Ki-moon tras los fastos del 70 aniversario del ingreso de España en Naciones Unidas.

Encontré a José Manuel Garcia-Margallo, a la sazón y por poco tiempo ya ministro de Asuntos Exteriores del Reino de España, repanchingado en el bar del sempiterno hotel 'Palace', hablando a un joven y una señora que escuchaban arrebatados al que parecía ser su jefe.

Apenas me dio tiempo a saludarle educadamente cuando me dijo:

“Aquí estoy haciendo el testamento…”.

-¿Les ha entregado copia a Ban-Ki-moon?, contesté entre risas y dando carrete a tan atrabiliario jefe de la diplomacia.

-¡Sí, eso he hecho! Contestó como si le estuviera contemplando la inmensa humanidad.

Garcia-Margallo, ¡hay que pagar a Hacienda!, representa todo lo que tiene de fracaso el Gobierno Rajoy, aunque bien es verdad que en este periodo se ha conseguido presidir el Consejo de Seguridad de la ONU, pero esto es algo que va de suyo. Representa también todo lo que tiene este Gobierno de amiguismo y todo lo que tiene de navajeo, ardid en la que el democristiano Margallo es un consumado especialista desde los viejos tiempos de la UCD. Cuchilladas a Carmen Martínez Castro, estocadas a Wert, dinamita contra Montoro.

Si no fuera tan presumido y tan pagado de sí mismo, yo me permitiría decirle al ministro en funciones que lo que él ha representado en el centro derecha español (PP) ya no se puede escenificar más. Que el puesto para el que se trabaja el voto, más allá de si resultas gracioso contando chistes ante tu jefe.

Que para ser candidato y luego ministro (si se tercia) hay contar antes con el respaldo de las bases de tu partido para que posteriormente puedan votarle los ciudadanos. Es cojonudo pasarse media vida en Europa con un sueldo de mil pares y cuando llega tu amiguete a Moncloa, ¡ala! A creerme que soy de verdad.

Este y otros muchos están para sopitas y buen vino. Pasando antes por la caja de la AT, of course.

Debía haber pasado una hora desde que dejó a Ban-Ki-moon tras los fastos del 70 aniversario del ingreso de España en Naciones Unidas.

José Manuel García Margallo ONU Moncloa