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PP: la oposición, lugar apropiado para la refundación
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Graciano Palomo

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PP: la oposición, lugar apropiado para la refundación

Que el PP haya sumado 7.245.314 votos es un cobijo más que confortable para limpiar la casa, reagrupar fuerzas, redefinir el modelo de partido y, después, iniciar la reconquista del poder

Foto: Mariano Rajoy, en un mitin de la campaña para las elecciones generales del 20-D. (EFE)
Mariano Rajoy, en un mitin de la campaña para las elecciones generales del 20-D. (EFE)

Se lo espeté a la cara hace tan solo unos días a Ana Pastor, la ministra mejor valorada del Gabinete y amiga personal de Mariano Rajoy. Que después de los casos de corrupción intolerables y perseguibles, de los resultados del 20-D, de las cuatro impotencias que de esa cita surgieron en la vida pública española y de la imposibilidad de pacto a diestra y siniestra, quizá lo mejor para el centro derecha articulado alrededor de las siglas PP era reorganizarse en la oposición.

-Eso sería lo más cómodo -dijo la ministra-. Nosotros hemos ganado las elecciones y eso es un hecho que se tiene que reconocer sí o sí…

Pues va a ser que no. Con el 29% de los votos cosechados en el peor momento -tras administrar una crisis brutal y tener que deglutir casos de corrupción vergonzantes- que el PP haya sumado 7.245.314 votos y 123 diputados, oiga, es un cobijo más que confortable para limpiar la casa (lo sustancial en esta coyuntura), reagrupar fuerzas, redefinir el modelo de partido, reencontrarse con los valores propios y después de todo ello iniciar sin demora la reconquista del poder.

Contaría el PP con la ventaja partidaria de que lo que hay a su alrededor es todo muy liviano y una alternativa de poder -como se está viendo- encabezada por Pedro Sánchez duraría menos que una camiseta gratis de Ronaldo en las estribaciones del Santiago Bernabéu. Entre otras cosas, porque lo viejo no acaba de morirse y lo nuevo no termina de germinar.

Refundación. Por la corrupción y por los nuevos tiempos. El centro derecha que podría representar el PP no puede seguir en el rincón del cuadrilátero recibiendo hostias por doquier sin torcer el rictus. Ni Joe Frazier fue capaz de soportar tamaño castigo sin acabar alquilando una habitación en un psiquiátrico en Nueva Jersey.

Lo tengo escrito desde hace mucho tiempo: refundación, regeneración, cooptación de nuevos dirigentes bajo el frontispicio de la cultura del mérito, abandono de complejos y la ocupación de lugares vedados hasta ahora para este segmento político que sigue siendo el mayoritario en el complejo mundo partidario político.

¡No puedo entender el porqué de tanto miedo!

Se lo espeté a la cara hace tan solo unos días a Ana Pastor, la ministra mejor valorada del Gabinete y amiga personal de Mariano Rajoy. Que después de los casos de corrupción intolerables y perseguibles, de los resultados del 20-D, de las cuatro impotencias que de esa cita surgieron en la vida pública española y de la imposibilidad de pacto a diestra y siniestra, quizá lo mejor para el centro derecha articulado alrededor de las siglas PP era reorganizarse en la oposición.

Mariano Rajoy Ana Pastor