Es noticia
Cuando Soria fue primero socialista y luego 'ratista'
  1. España
  2. Palo Alto
Graciano Palomo

Palo Alto

Por

Cuando Soria fue primero socialista y luego 'ratista'

No me gustaría quedar como un tipo que da lanzada a moro muerto, pero tengo que escribir por corto y por derecho: no me ha extrañado

Foto: El ya exministro, José Manuel Soria. (Reuters)
El ya exministro, José Manuel Soria. (Reuters)

No me gustaría quedar como un tipo que da lanzada a moro muerto, pero tengo que escribir por corto y por derecho: no me ha extrañado en absoluto el final político de José Manuel Soria, por lo demás, un tipo ordenadito, educado, aseado y, finalmente, un responsable político que realmente iba a lo suyo, como ha quedado acreditado durante su proceder en los últimos días.

Como ministro ha tenido una fortuna inmensa (el turismo) y heredó una desgracia colosal (el déficit tarifario eléctrico) pero lo que nunca entendí, sinceramente, fue que cooptara a Ángela Alarcó, la ex de Rodrigo Rato, para presidir Paradores y luego la mantuviera cuando su nombre empezó a circular en los distintos sumarios abiertos a propósito del que fuera ex vicepresidente económico en el gobierno Aznar.

No puedo entender muy bien, si un ex director de periódico que fue famoso y temido (hoy convertido en un despojo mediático) le avisó con tiempo de que su nombre iba a aparecer en los 'Panamá papers' que está desbrozando 'El Confidencial' (en una operación periodística sin precedentes en la historia mundial de este oficio), cómo un avezado político como Soria no ha sido capaz de ponerse de acuerdo consigo mismo para ofrecer una explicación coherente y creíble sobre sus andanzas en paraísos fiscales. Mi conclusión es directa: porque no la tiene.

[Especial los papeles de Panamá: destapamos a Mossack Fonseca, la gran trama de las sociedades 'offshore']

Soria empezó su carrera política en el intestino mismo del entonces poderoso “felipismo”. Fue asesor del ministro Carlos Solchaga y luego jefe de gabinete del secretario de Estado de Comercio Apolonio Ruiz Ligero y al mismo tiempo consejero en las empresas públicas Aldeasa, Initec y Banco de Crédito Industrial bajo la égida socialista de Felipe González. Sorpresivamente aparece como alcalde de Las Palmas (1995) por el PP, quizá por su parecido físico con Aznar (aunque notablemente más alto) en un requiebro político que desconcertó a los más viejos y fieles canarios con el partido que fundó Manuel Fraga.

Durante el 'aznarato' la fidelidad de Soria fue realmente 'ratista'. Luego, su amistad personal con Mariano Rajoy y el hecho de compartir con él el alto funcionariado del Estado (técnico comercial) le posibilitaron ser ministro y ser uno de los componentes del G-5.

Su muerte política se decretó en la noche del 14 de abril cuando se dio cuenta de que no podía ser fotografiado ya como componente del Consejo de Ministros, incluso resultando en funciones. Solo le dio tiempo a firmar una carta de dimisión que el trío de Génova 13 llevaba exigiendo desde que Soria balbuceó ante las pruebas incontestables.

Esta muerte sí es el final. ¿Entienden ahora por qué me pongo tan coñazo exigiendo 'magnis itineribus' un congreso refundacional en el centroderecha español?

No me gustaría quedar como un tipo que da lanzada a moro muerto, pero tengo que escribir por corto y por derecho: no me ha extrañado en absoluto el final político de José Manuel Soria, por lo demás, un tipo ordenadito, educado, aseado y, finalmente, un responsable político que realmente iba a lo suyo, como ha quedado acreditado durante su proceder en los últimos días.

Panama Papers José Manuel Soria Rodrigo Rato Mariano Rajoy Manuel Fraga