El código del CNI

Ha llegado hasta mi mesa un librito titulado 'Centro Nacional de Inteligencia. Código ético'. Encuadernado con gusto, consta de un preámbulo y 20 artículos (principios) que todo personal que entra a formar parte de los Servicios Secretos jura antes de sentarse en su mesa de despacho o ponerse la pistola al cinto.

Es el único servicio del mundo que tiene por escrito este tipo de código ético. “Como ejemplares servidores públicos asumirán los inconvenientes personales y las exigencias profesionales que conlleva el cumplimiento de su misión con espíritu de sacrificio y sin desalentarse ante las dificultades que dicho cumplimiento exija".

Se refiere luego al “deber de reserva” con la discreción como principal virtud para seguidamente alertar sobre la "permanente búsqueda de la objetividad que les llevará a actuar de forma independiente de la propia manera de pensar o sentir”.

La honradez se apunta en su artículo 12 como “principio rector tanto en el comportamiento personal como de su actuación profesional” para invocar seguidamente la disponibilidad. “Mostrarán su plena disponibilidad para prestar servicio cuando y donde se les exija, y evitarán que cualquier circunstancia personal o familiar sirva de excusa para incumplir la misión encomendada”.

El Código no olvida algún pasado reciente en la administración de recursos. Hay que recordar que el anterior director, Alberto Saiz, cooptado por el entonces ministro de Defensa, José Bono, tuvo que dimitir por utilizar recursos públicos del Centro para su propio beneficio.”La administración de los recursos públicos que se entreguen a los miembros será ajustada siempre a los criterios de austeridad y rigor. Se utilizarán solo para los fines previstos y evitarán el despilfarro”.

Se recuerda que los agentes del CNI deberán actuar siempre con criterios de “proporcionalidad”, en función del riesgo o amenaza que se pretenda combatir o del conocimiento que se desee obtener.

¿Objetivo esencial? Trabajar para que la sociedad española en la que viven sea un lugar cada vez más libre, seguro y justo.