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A vueltas con la decisión del PSOE
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Graciano Palomo

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A vueltas con la decisión del PSOE

Pedro Sánchez tiene motivos por igual para decidir si manda a paseo a Rajoy o si decide que a unos cuantos diputados les entren las ganas de hacer pipí

Foto: Pedro Sánchez durante la campaña electoral. (EFE)
Pedro Sánchez durante la campaña electoral. (EFE)

Ha hecho bien Pedro Sánchez en mimetizarse en y con Mojácar. La jaula de grillos en la que se ha convertido el PSOE con tendencias irreconciliables no significa que sus 85 diputados no sean árbitros de la situación.

El nuevo aldabonazo de Felipe González, al que no hacen ningún caso -en realidad a Felipe solo le hace caso Prisa- caerá en el vacío porque los que realmente cortan el bacalao en ese predio son los llamados 'barones' de la cosa. Ya sabemos que Susana Díaz está muy disconforme y achaca a Sánchez su derrota; ya sabemos que Fernández-Vara es el único que apuesta decididamente por dejar gobernar a Rajoy, pero también sabemos que la dama balear quiere llegar al mismo pacto en España que ella ha muñido en las islas.

Pedro Sánchez tiene elementos por igual para decidir si manda a paseo a Rajoy o si decide que a unos cuantos diputados les entren ganas de hacer pipí. Cualquiera de los supuestos es realmente malo.

Si realmente alguno de los que quiere decapitar al actual secretario general cree que por la simple sustitución se arreglan todos sus males va aviado. Lo que realmente está en juego en la socialdemocracia española son otras cosas. Una renovación de su proyecto en profundidad o seguir bateando los viejos demonios del pasado. El entierro de los sambenitos o el mantenimiento de una cultura de valores que difícilmente resisten luego la comparación con la vida cotidiana de sus líderes; el mantenimiento de la estructura del partido donde el poder omnímodo del aparato lo inunda todo o, por el contrario, la organización de unas bases que ahora mismo no saben a qué carta quedarse.

Me da la sensación de que a los que están esperando a Susana como si fuera el bálsamo de Fierabrás les puede ocurrir lo que al protagonista de la novela de Bertolt Brecht: siguen esperando a Godot. Y ha pasado ya más de un siglo.

Ha hecho bien Pedro Sánchez en mimetizarse en y con Mojácar. La jaula de grillos en la que se ha convertido el PSOE con tendencias irreconciliables no significa que sus 85 diputados no sean árbitros de la situación.

Pedro Sánchez Guillermo Fernández Vara Susana Díaz