La rebelión de los 'british' españoles

Giles Tremlett, corresponsal de 'The Guardian' en España, país al que ama y en el que han nacido sus hijos, ha puesto en marcha la iniciativa “Doble nacionalidad, please”, motivada por el escándalo y la congoja que le produce el Brexit inopinado del Reino Unido respecto a la Unión Europea.

El periodista británico de la limpieza en el hablar castellano me explica que el limbo en el que quedarán casi 30.000 británicos residentes en nuestro país -no incluimos a los que viven en las costas- es algo muy injusto después de que esa población decidiera hace tiempo (más de diez años) hacer de España el país de su vida.

Pretende, por tanto, que el Gobierno español conceda la doble nacionalidad para no quedar fuera de Europa. Invoca, con sentido, el hecho de que los descendientes de los sefardíes que fueron expulsados hace 500 años hayan conseguido, por fin, tener la nacionalidad española sin renunciar a la israelí.

La justedad de la petición no será fácil alcanzarla pero Giles está dispuesto a montar la de Dios con tal de que sus hijos no pierdan parte de su vida y su ancestro hispánico. Decisiones excepcionales para situaciones especiales.

Es parte del enorme agujero causado por los Cameron, Johson, Farage y demás compañeros del Brexit que ahora no saben cómo meter mano a un asunto de tanta transcendencia. Al final, el dolor causado penetra en las entrañas de seres humanos con nombres y ADN que son quienes sufren las consecuencias.

Quiero suponer que sea cual sea el color del Gobierno que se forme -si se forma- próximamente, la iniciativa de Tremlett pueda sustanciarse. Estamos hablando de británicos que quieren ser españoles y lucir su pasaporte por el mundo.

Giles es de los que opina que la “España de los tertulianos” no se parece en nada a la España real. Se trataría de un país mucho más serio e importante de lo que permite colegir cuando se escuchan determinados comentarios en ocasiones sin demasiado fuste y, mucho menos, información.

¡Pudiera ser!