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"Poderosos": de la preocupación al estoicismo
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Graciano Palomo

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"Poderosos": de la preocupación al estoicismo

Los que diabolizan a los empresarios suelen ser gente que siempre abreva en los pesebres públicos y desconocen por completo la sangre, sudor y lágrimas que hay que derramar

Foto: El presidente de Indra, Fernando Abril-Martorell, con los presidentes de la CEOE, Juan Rosell 8i) y de Cepyme, Antonio Garamendi (d). (EFE)
El presidente de Indra, Fernando Abril-Martorell, con los presidentes de la CEOE, Juan Rosell 8i) y de Cepyme, Antonio Garamendi (d). (EFE)

Antonio Garamendi, presidente de Cepyme y vicepresidente de CEOE, crítico con el IBEX, utiliza la coña vizcaína para describir el marco político que inunda. Refleja muy bien la situación de pequeños y medianos empresarios que suplican que se despeje el panorama para saber qué hacer con sus negocios mientras sudan por mantenerlos a flote y que no se vayan por el sumidero.

Durante el reciente debate político, la izquierda radical ha vuelto a hacer de los “poderosos” del dinero su particular caballo de batallaen una especie de coartada que justifique su presencia en la vida pública en defensa de “la gente”. Podría tener su aquel la apelación de los próceres con un cierto fundamento pero el hecho cierto es que existen incluidos “los editoriales que escribe Cebrián” en defensa del 'statuquo'.

Pero hay algo que quizá desconocen los que peroran de esa guisa. El mundo del dinero en España, como supongo en el resto del mundo libre en el que no incluyo a países como Cuba y Venezuela, es muy plural salvo en su exigencia denormas claras que regulen su actividad económica, impositiva y laboral. Nada tienen que ver, por ejemplo, los líderes empresariales que se sientan en la mesa del llamado Consejo de la Competitividad con los emprendedores que Garamendi reúne alrededor de su organización.

¿Qué opinan de lo que acontece? Yo diría que han pasado de una máxima preocupación de hace unos meses al estoicismo más recalcitrante

Los que diabolizan a los empresarios suelen ser gente que siempre abreva en los pesebres públicos y desconocen por completo la sangre, sudor y lágrimas que hay que derramar por mantener el empleo, pagar a Montoro, los recibos de gastos corrientes, las nóminas, los IRPF y el sinfín de responsabilidades que conlleva mantener un chiringuito abierto y al día.

¿Qué piensan estos señores al día de hoy? ¿Cómo contemplan la situación? ¿Qué opinan de lo que acontece? Yo diría, a tenor de lo que me cuentan, que han pasado de una máxima preocupación de hace unos meses al estoicismo más recalcitrante. Su posición podría haberla descrito con un cierto fundamento Dante a la entrada del quintoinfierno.

Su posición,lo he dicho en ocasiones varias a muchos de sus dirigentes, se parece bastante a lo que ocurre con el centroderecha político: no han sido capaces de dar la gran batalla por la reivindicación de su quehacer y la justeza progresista y de avance de sus empeños.

Y cuando se deja el espacio sin cubrir, el campo se ocupa por todo tipo y condición de sambenitos, clichés y mentiras.

¡Llevamos ya cuarenta años de democracia! Aunque no lo parezca.

Antonio Garamendi, presidente de Cepyme y vicepresidente de CEOE, crítico con el IBEX, utiliza la coña vizcaína para describir el marco político que inunda. Refleja muy bien la situación de pequeños y medianos empresarios que suplican que se despeje el panorama para saber qué hacer con sus negocios mientras sudan por mantenerlos a flote y que no se vayan por el sumidero.

Antonio Garamendi Ibex 35 CEOE Cepyme