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Cuando Moragas rechazó ser ministro
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Graciano Palomo

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Cuando Moragas rechazó ser ministro

No es un secreto para nadie que el catalán aspiraba a sustituir a García-Margallo en el palacio de Santa Cruz; no deja de ser un profesional diplomático

Foto: El ratificado jefe de gabinete de Mariano Rajoy, Jorge Moragas. (EFE)
El ratificado jefe de gabinete de Mariano Rajoy, Jorge Moragas. (EFE)

La que realmente ha ganado, sin duda, dentro del complejo y vasto mundo que rodea al presidente –al final la presidencia del Gobierno es mucho más que un hombre– ha sido la secretaria de Estado de Comunicación, Carmen Martínez Castro, que durante los cinco años anteriores aguantó carros y tanquetas.

He mantenido y mantengo que en política moderna el poder ejecutivo en todas las áreas lo tiene el jefe del Gobierno y al final todo pasa por Moncloa. Por ejemplo, la política exterior donde los funcionarios del Servicio se creen que las relaciones diplomáticas las lleva el ministro como en tiempos de Felipe II (secretario de Estado). La política exterior, como la economía, se decide en los aledaños del primer ministro. Punto.

De ahí el puesto singularmente importante que tiene el director de la Oficina de la Presidencia que ahora mismo ocupa Jorge Moragas. Me atrevería a decir que se trata de una especie de vice primer ministro fáctico. Es que en última instancia coloca los papeles finales en la mesa de la persona que preside el Consejo de Ministros.

El presidente le ofreció otras posibilidades ministeriales que fueron obviadas por Moragas, consciente del rol sustancial que juega a su lado

Pero ya dijo el clásico que ministro aunque sea de Marina. No es un secreto para nadie que el catalán aspiraba a sustituir a García-Margallo en el palacio de Santa Cruz; no deja de ser un profesional diplomático que se hizo precisamente eso al leer la Historia de España y los hitos históricos de antaño en este país.

- "No puede ser, Jorge", le dijo el presidente.

En cambio, le ofreció otras posibilidades ministeriales que fueron obviadas por Moragas, consciente del rol sustancial que juega al lado de Mariano Rajoy.

Fue un alivio para el 'comandante en jefe' porque nombres para ministros hay muchos y cooptar un director de Gabinete es mucho más complicado. Entre otras cosas porque habla inglés con sus colegas de París, Berlín, Roma, Londres o Washington.

La que realmente ha ganado, sin duda, dentro del complejo y vasto mundo que rodea al presidente –al final la presidencia del Gobierno es mucho más que un hombre– ha sido la secretaria de Estado de Comunicación, Carmen Martínez Castro, que durante los cinco años anteriores aguantó carros y tanquetas.

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