En busca de la unidad de los servicios secretos

El general Sanz Roldán cree llegado el momento de poner en práctica la unidad de acción y coordinación de todos los servicios de información e inteligencia que existen en el país.

En el pasado, la dispersión y aún el conflicto entre ellos no jugó precisamente a favor de los intereses del Estado. Ahora parece ser la ocasión propicia, cuando al frente del Centro Nacional de Inteligencia hay un jefe respetado y apoyado sin fisuras por el Gobierno.

Porque, según informaciones precisas de esos mismos servicios, la amenaza terrorista de corte yihadista sobre España y su población no ha pasado en absoluto. Y en esa lucha cualquier resquicio en la coordinación puede resultar letal.

El principal servicio de información e inteligencia es el CNI, pero también tienen su departamento la Guardia Civil y la Policía, amén de los distintos que puedan existir en los tres ejércitos. Parece lógico que, siguiendo otros ejemplos del mundo libre que el director del CNI conoce perfectamente, se instrumente una cadena de mando que coordine y dirija todos ellos en aras de la eficacia.

Se trata de desarrollar la ley que ya está aprobada. Se necesita voluntad política, desde luego, y consenso entre las grandes fuerzas del arco parlamentario. Creo que antes de que el general Sanz Roldán pase a disfrutar de su jubilación ese objetivo puede ser cumplido.

Próximamente, sin prisa pero sin pausa.