El nuevo partido de Aznar

Lo único que no se le puede negar a José María Aznar López es su enorme capacidad para crear bronca y polémica.

Ha reaparecido después de permanecer en un temeroso silencio durante el juicio Gürtel que es un tema que le produce urticaria. Y con toda razón.

Pensar que el máximo responsable político de los casos de corrupción del PP pudiera siquiera acariciar la tentación de fundar una nueva formación es algo de chorroborros. Aznar es un tipo antipático, poco generoso y hasta mala persona, pero no es tonto de remate.

Vamos a ver, señores, ¿quién pudiera afiliarse al partido de Aznar (JMA)? Francisco Correa, sí. Jaume Matas, sí. Rodrigo Rato, también. Alvaro Pérez (el Bigotes), por supuesto. Alejandro Agag, naturalmente. El prior de la abadía de El Escorial, casi seguro. Miguel Angel Cortés, el viscoso vallisoletano que le metió en el lío de Rueda y los 54 millones, ese sí de cabeza.

Opinión

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¿Quién más? Nadie. Ah, sí, se me olvidaba. Cayetana.

Lo que realmente resulta asombroso es que ningún juez haya tenido los santos redaños de llamarle —siquiera en calidad de testigo— a explicar algunos dispendios públicos como el pastón dado a Pipper Rudnick para conseguirle la medalla de honor del Congreso USA o si hubo pagos a la Universidad de Georgetown. Que los hubo.

¡Acojonante, oiga!