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¿Puede ganar Errejón?
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Graciano Palomo

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¿Puede ganar Errejón?

Parece optar más por la fórmula institucional para acceder al poder y de un entendimiento con el PSOE y el resto de las fuerzas de izquierda para conquistar el poder

Foto: El secretario político de Podemos Íñigo Errejón. (EFE)
El secretario político de Podemos Íñigo Errejón. (EFE)

Los principales expertos en el fenómeno Podemos, en el que se han especializado muchos de mis colegas más jóvenes, sostienen que Íñigo Errejón, hasta ahora número dos del movimiento político, está demostrando fuerza interna suficiente para, llegado el momento, convertirse en el comandante en jefe en ejército dentro de este partido político.

Sigo con enorme interés el “debate” interminable entre las diferentes sensibilidades que conviven bajo el exitoso paraguas de Podemos y no lo tengo claro. Que hay lucha por el poder, evidente; lo que no me queda claro es si todos persiguen el mismo objetivo o por el contrario son caminos y metas diferentes a la hora de ofrecer un proyecto para la España actual.

Siempre creí que la fuerza mediática de Pablo Iglesias —hiperdemostrada— haría vano cualquier intento de descabalgarle del machito. Sinceramente, sigo en la misma tesis. Pero algunos datos dicen demostrar lo contrario.

Lo que habría que exigirles es que no utilicen al pueblo para luego olvidarse del pueblo bajo la premisa de 'todo para el pueblo pero sin el pueblo'

Coadyuvaría a ello, siempre según las mismas fuentes de observación, el hecho de que algunos pablistas estarían matizando sus posiciones ante lo que pueda ocurrir en Vistalegre II. Y es verdad que ese giro es descriptible en algunas de las figuras históricas del movimiento.

En realidad, lo que a este columnista más interesa no son las luchas de poder inevitables porque, al fin y al cabo, se trata de personas con su particular ADN pero humanos. A mí lo que realmente me interesa de una fuerza parlamentaria e institucional como Podemos son las soluciones que ofrecen ante las cosas de comer. Cómo piensan y qué ofrecen para mantener el Estado de bienestar, sostener y aún mantener las pensiones, qué fórmulas tienen para resolver los gravísimos problemas de desertización de la España seca, y cómo piensan meter mano al invierno demográfico. El resto son fuegos de artificio.

Íñigo Errejón parece optar más por la fórmula institucional para acceder al poder y de un entendimiento con el PSOE y el resto de las fuerzas de izquierda para conquistar el poder. Iglesias, en teoría, prefiere el asalto directo a los palacios de invierno.

Lo que realmente habría que exigirles en cualquiera de los supuestos es que no utilicen al pueblo para luego olvidarse del pueblo bajo la conocida premisa de todo para el pueblo pero sin el pueblo.

Ese ejercicio está demasiado visto.

Los principales expertos en el fenómeno Podemos, en el que se han especializado muchos de mis colegas más jóvenes, sostienen que Íñigo Errejón, hasta ahora número dos del movimiento político, está demostrando fuerza interna suficiente para, llegado el momento, convertirse en el comandante en jefe en ejército dentro de este partido político.

Íñigo Errejón Vistalegre II