Con Lambán en la AGM: ¡Sánchez! ¿Qué Sánchez?

Tuve ocasión de conocer a Javier Lambán, presidente de Aragón, y uno de los caballeros cadetes del PSOE a título de “barón” la pasada semana durante un emotivo y espectacular acto castrense en la Academia General (AGM) de Zaragoza, que fue presidido por uno de sus antiguos alféreces llamado Felipe de Borbón y Grecia, hoy Felipe VI.

Una muy reputada colega que trabaja con éxito profesional a orillas del Ebro tuvo a bien presentarme al presidente aragonés -cosa que agradezco- y aunque el tiempo fue corto, sí me permitió hacerme cabal idea del carajal en el que está sumida una formación tan fundamental para España como es el PSOE.

La opinión del maño sobre Pedro Sánchez, al que identifica como el problema esencial para que su partido inicie la recuperación y las antiguas posiciones en la vida española, no difiere en absoluto de la que también he oído a Guillermo Fernández-Vara o Emiliano García-Page, amén de Susana Díaz y otros dirigentes destacados de la socialdemocracia patria. Creen, en síntesis, que su pertinaz obstinación en retomar el poder dejará al socialismo español más cuarteado que el vestuario del Real Zaragoza. Y, además, de forma definitiva.

Lo que saca de quicio a este sector del socialismo que está en el poder es la persistencia por llegar a acuerdos con Podemos. Los saca de quicio

Si continúan -todos- por ese camino, vamos a una escisión brutal y temeraria de consecuencias graves para la estabilidad institucional del Estado. El acongoje llega incluso hasta la Moncloa, donde su interés máximo a la hora del pacto es el PSOE, como es sabido 'urbi et orbi'.

Lo que saca de quicio a este sector del socialismo que está en el poder es la también persistencia por llegar a acuerdos con Podemos. Los saca de quicio porque consideran una estupidez y un suicidio. Metes en tu casa a un ladrón, dicen, le abres la caja fuerte, pero antes consientes que pase por la alcoba matrimonial. ¡Demencial! Dicen. Máxime en el caso del mandatario aragonés que tiene que torear a diario con lo más ultra de Podemos que ha elegido el viejo lar del rey Fernando para los experimentos duros aprovechando que dentro de dos semanas se cumplen cien años de todo el poder para los sóviets.

Consignar también que este quilombo político está llevando a la guerra civil entre compañeros de militancia. Sin ir más lejos, cuentan que Lambán y la diputada “sanchista” Susana Sumelzo, hasta la crisis protegida política del presidente, ni se dirigen la palabra. Yo no vi nada en la AGM. No es el único caso.