El duopolio televisivo: el caso Telecinco

Manuel Villanueva, director general de Contenidos de Mediaset España, me lleva a esta conclusión argumentada: mucho duopolio, excesivo duopolio, pero la realidad es que quince años después existen los mismos grupos que hace tres lustros. Punto.

Al “duopolio” referido como Atresmedia-Mediaset se une el Grupo TVE y la Forta, estos dos últimos nutridos de dinero público. Punto.

El resto de los canales que van por libre -podría ser el caso de 13TV- apenas tienen una porción de la tarta y mucho menos de la publicitaria, que es la que al fin y a la postre cuenta para ser mínimamente rentable.

El orensano habla con tanta fluidez y certeza del 'statu quo' televisivo en España -como continente y contenido- que a uno le vuelan rápidamente lo escuchado en tantas ocasiones y lugares a propósito de la telebasura y tal.

“Nosotros nunca hemos ocultado lo obvio de nuestros objetivos: hacer una televisión comercial con amplia audiencia para vender publicidad”. El gallego que no puede ni quiere ocultar sus tics de galaico avanza en el destroce de los sambenitos (“nosotros damos voz e imagen a todo aquel que tiene algo que decir y lo quiere decir...”) para sustanciar lo que también es el secreto de la esfinge: la Sexta y Cuatro no hubieran podido subsistir sin hacerse cargo de ellas Antena 3 y Mediaset. Aquí contamos lo que pasa y luego que cada cual opine lo que le venga en gana.

En el pasado 2016, de la tarta publicitaria de 4.300 millones en el mercado español total, 2.118,2 se fueron a las arcas del famoso duopolio

Algunos datos son a tener en cuenta. Lo dice un profesional que vive de la cosa y, supongo, que muy bien, por cierto. El consumo de televisión en 'prime time' en España suma 18 millones de telespectadores y hay 47 millones de ciudadanos. Es decir, que 29 millones que pasan olímpicamente de la otrora “caja tonta”. De los 18 millones, la mayor parte encienden los rayos catódicos en busca de entretenimiento o diversión, fútbol incluido.

No obvia Villanueva que el fenómeno Podemos tuvo su línea Maginot en las televisiones pero no admite “culpa” añadida. La televisión es el reflejo de un país, básicamente.

El negocio marcha viento en popa. En el pasado 2016, de la tarta publicitaria de 4.300 millones en el mercado español total, 2.118,2 se fueron a las arcas del famoso “duopolio”, esto es, un 50,3% repartido casi por igual entre Atresmedia y Mediaset. El resto a prensa convencional, Internet y vallas. Para el actual ejercicio sumarán cien milloncejos de euros más hasta el 51,2 del total de la inversión por todos los conceptos.

Ha quedado escrito.