¿Quiénes son los irredentos de Pedro Sánchez?

El tiempo avanza y el PSOE no termina de ver la luz. En realidad sus 150 años de historia siempre ha caminado bajo el lema "rumbo a lo desconocido".

Martu Garrote, la militante díscola con la que Pedro Sánchez ha tenido una enganchada esta semana, me manda un Whatsapp en el que se pregunta cómo se puede contratar una sala en el Círculo de Bellas Artes de Madrid o en el palacio de Congresos de Cádiz con los 1.980 euros que percibe de pensión en su calidad de exdiputada. Tira con bala rompedora la tertuliana de 13TV.

Lo cierto es que Pedro Sánchez sigue en la carrera con el argumento exclusivo de invocar a la militancia prometiendo un pacto de izquierdas que los llevará al poder. Él, que con el único partido que pactó fue con Ciudadanos y al que todo el mundo creía que era socialista a fuer de liberal cuando fue ascendido a la secretaría general con el apoyo inestimable de Susana Díaz.

Opinión

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Graciano Palomo

Tiene un equipo de fieles absolutamente incondicionales que son críticos con Ferraz. Apunten: José Félix Tezano, otrora ideólogo del PSOE con Alfonso Guerra y Felipe González; el economista Manuel Escudero, también de la factoría guerrista; Josep Borrell y su pareja Cristina Narbona; el exalcalde Odón Elorza; la diputada Zaida Cantero (ya afiliada al PSOE hace unas horas); Jorge Fabra, 'economista frente a la crisis'; la exjuez Margarita Robles; las diputadas Susana Sumelzo y Sofía Hernández; Maricha Ruiz a los mandos de la comunicación; Adriana Lastra, jefa de la campaña; Juan Manuel Serrano, eterno jefe de gabinete y Santos Cerdán, secretario de Organización en el PSN navarro. No se puede olvidar el nombre de José Luis Ábalos, secretario general del PSOE en la provincia de Valencia, y cómo dejarse en el tintero a Francisco Salazar, el azote de Susana Díaz en Andalucía y cuyo feudo (Dos Hermanas) ha pasado en bloque al sanchismo.

Esto es todo lo que se daba. Que dadas las circunstancias no es precisamente poco.

¿Qué dice el sindicato hermano UGT? Ni está ni se le espera. ¡A ver quién gana!