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Podemos, presiones y libertad
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Graciano Palomo

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Podemos, presiones y libertad

Puedo afirmarles que presiones han existido siempre, pero las de ahora son más intolerables que nunca. Más en un partido que ha hecho de la contestación y de la crítica su razón de ser

Foto:  El líder de Podemos, Pablo Iglesias, y la portavoz en el Congreso, Irene Montero. (EFE)
El líder de Podemos, Pablo Iglesias, y la portavoz en el Congreso, Irene Montero. (EFE)

Todavía no se han apagado las ecos del histórico, durísimo y sin precedente comunicado de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) contra las presiones de Podemos a un cuarto de centenar de jóvenes informadores que acudieron a relatar sus cuitas a los responsables del gremial y profesional madrileño.

Vuelvo a insistir en mi vieja y alquilada tesis: 'in medio virtus'. Salvo que la libertad es indivisible y debe preconizar –en una sociedad abierta y progresista– todo. Unos colegas sostienen a pie juntillas que son muchos los casos contabilizados de “presión intolerable” a los que se dedican, por escaso dinero, a vigilar a los vigilantes. Otros, que se pone acento excesivo por parte de determinados medios ('El País', en concreto) en las derivas de la tercera fuerza parlamentaria que acaudilla sin miramientos Pablo Iglesias y sus cuates.

Miren, un veterano observador y escribidor de la cosa, puede afirmarles con justeza que presiones han existido siempre y que las de ahora son más intolerables que nunca. Máxime en un partido que ha hecho de la contestación y de la crítica su principal razón de ser y existir.

No puedo dejar de constatar que en el reciente congreso de periodismo digital oscense, el corresponsal del diario 'El País' Javier Casqueiro, tipo serio y solvente en sus informaciones, dio un repaso a las queridas colegas Esther Palomera y Lucía Méndez –la última más querida que la primera– cuando sostuvo que las denuncias han sido tabuladas con toda justeza y verdad y que su medio, como el resto, está en su derecho de editorializar sobre lo que le venga en gana. El Palacio de Congresos fue un aplauso cuasi unánime.

Sucede en esto como en aquella cita atribuída a Bertolt Brecht: "Primero se llevaron a los judíos, pero a mi no me importó porque yo no lo era; Luego, arrestaron a los comunistas, pero como yo no era comunista tampoco me importó [...]; Finalmente, detuvieron a los curas, pero como yo no era religioso, tampoco me importó; Ahora me llevan a mí, pero ya es tarde".

Supongo que me han entendido.

Todavía no se han apagado las ecos del histórico, durísimo y sin precedente comunicado de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) contra las presiones de Podemos a un cuarto de centenar de jóvenes informadores que acudieron a relatar sus cuitas a los responsables del gremial y profesional madrileño.