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En el PSOE se afilan los dosieres
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Graciano Palomo

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En el PSOE se afilan los dosieres

Lo que sí está confirmado es que la guerra es total entre los bandos de Díaz y Sánchez; curiosamente la trinchera de López ni está ni se la espera

Foto: Pedro Sánchez y Susana Díaz, juntos en un acto en Sevilla de 2014. (EFE)
Pedro Sánchez y Susana Díaz, juntos en un acto en Sevilla de 2014. (EFE)

El tiempo se agota para que un partido tan importante y decisivo como el PSOE escoja su propio camino tras tanto tiempo de inestabilidad y desengaño.

Pedro Sánchez tuvo en el mes de septiembre 2016 la posibilidad de llegar a la tierra prometida si su partido le hubiera permitido formalizar un pacto con Podemos y los secesionistas. No solo no se lo permitió sino que fue arrojado a las tinieblas exteriores. Ahora parece continuar en el mismo frenesí en la sustanciación de lo que se podría definir como un “frente popular” ampliado frente a Susana Díaz que vuelve a “la PSOE” de toda la vida -desde la restauración democrática, se entiende-, esto es, constitucionalista, español, de centro-izquierda, europeo y socialdemócrata.

Observo que tras la presentación de cartas credenciales de la lideresa andaluza los partidarios de la misma están que levitan. La presencia masiva de alcaldes en el acto de Madrid es lo que les llena de mayor optimismo. Porque un alcalde tiene que estar necesariamente en contacto con los militantes en sus pueblos y ciudades.

Dentro de ese cuerpo a cuerpo aparecería lo de siempre: la guerra de dosieres que tanta fuerza ha tenido y tiene en la vecina Francia

Lo que más preocupa a los “constitucionalistas” del PSOE ante las primarias es la posible afiliación masiva de elementos podemistas que pueda derivar en una victoria interna del ex secretario general. Es el runrún que corre por los pasillos socialistas pero nadie da un nombre seguido de un apellido para confirmar el braserillo.

Lo que sí está confirmado es que la guerra es total entre ambos bandos; curiosamente la trinchera de López ni está ni se la espera. Y dentro de ese cuerpo a cuerpo aparecería lo de siempre: la guerra de dosieres que tanta fuerza ha tenido y tiene en la vecina Francia, donde se ha llevado por delante al que era ya casi nuevo inquilino del Elíseo, François Fillon.

En ese quilombo, Díaz parte en desventaja porque lleva muchos años cabalgando en la mamandurria. Pero Sánchez también tiene algunos flancos que cubrir. En realidad, la lucha fraticida socialista no tendría más relevancia si en el empeño no se estuviera jugando de pasada el futuro institucional del país y la estabilidad del mismo.

Ya me entienden.

El tiempo se agota para que un partido tan importante y decisivo como el PSOE escoja su propio camino tras tanto tiempo de inestabilidad y desengaño.

Susana Díaz Pedro Sánchez Patxi López