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Los tres millones de Albert Rivera
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Graciano Palomo

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Los tres millones de Albert Rivera

El partido de Rivera se ha quedado con la "regeneración" como principal argumento. Lo sustancial es que C's está coadyuvando desde el sentido común a la gobernabilidad del país

Foto: El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, durante su intervención en la primera reunión del nuevo Consejo General de Ciudadanos. (EFE)
El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, durante su intervención en la primera reunión del nuevo Consejo General de Ciudadanos. (EFE)

En democracia, el que es capaz de sumar tres millones de votos tiene su aquel. Los del PP se han puesto 'ojipláticos' porque, finalmente y como no podía ser de otra forma, Pedro Antonio Sánchez ha sido desalojado del gobierno autónomo murciano. Ya da igual de si el juez Velasco gastaba mucho con la visa de la Generalitat valenciana en tiempos de Paco Camps.

Fui testigo del enorme cabreo de la secretaria general, María Dolores de Cospedal, cuando finalmente Sánchez tuvo que ser arrojado por la ventana. Creo que Ciudadanos se ha quedado para hacer justamente lo que hace en materia de “regeneración”. Otra cosa es que en sus filas se hayan colado también indeseables como el que fuera su jefe en Castilla la Mancha, Antonio López, que después de militar en un sin fin de partidos encontró en C’s la oportunidad necesaria para seguir en la mamandurria. ¡Y menuda mamandurria!

El partido de Rivera se ha quedado con la 'regeneración' como principal argumento. Que no es poco, precisamente cuando la corrupción vuelve a enseñar su hocico desde Finisterre al Cabo de Gata.

Al margen de que los 'justicieros' de color naranja puedan encontrar respuesta en otros lares, lo sustancial es que Ciudadanos está coadyuvando desde el sentido común a la gobernabilidad del país. Quizá buena culpa de ello tenga que ver las “afinidades liberales” entre el ministro de Economía, Luis de Guindos, y el jefe del área económica de la formación naranja, Luis Garicano Gabilondo, cuyos credos son exactamente los mismos. Hasta son capaces de encontrarse en el bar Manolo, justo al lado del Congreso, y demostrar que se hallan por casualidad. Quizá gracias a esos requiebros pueda haber Presupuestos, asunto nada baladí.

El tiempo dirá si un partido “bisagra” -sin que ello significa nada despectivo- y de corte liberal como Ciudadanos tiene su lugar o no

No es la única sintonía que existe entre las filas de dos claros competidores. Juan Carlos Girauta, una de las mejores cabezas que tiene Rivera, y Rafael Hernando; Méndez de Vigo con la profesora Marta Martín (Alicante), exalumna de la Universidad de Navarra o por decirlo todo, entre Toni Cantó y la onubense y ministra de Empleo, Fátima Báñez.

El tiempo dirá si un partido bisagra -sin que ello significa nada despectivo- y de corte liberal como Ciudadanos tiene su lugar o no. El sol siempre sale en Kentucky. Hoy por hoy lo tiene, aunque solo sea por largar de sus poltronas a elementos extraños e incluso por bajar los humos a los chulos sin causa y con caspa.

Un corolario más: quizá Albert debería tener más cuidado a la hora de presentar nombres a título de tertulianos a determinados prebostes mediáticos. Ya se sabe: una golondrina no hace verano.

En democracia, el que es capaz de sumar tres millones de votos tiene su aquel. Los del PP se han puesto 'ojipláticos' porque, finalmente y como no podía ser de otra forma, Pedro Antonio Sánchez ha sido desalojado del gobierno autónomo murciano. Ya da igual de si el juez Velasco gastaba mucho con la visa de la Generalitat valenciana en tiempos de Paco Camps.

Pedro Antonio Sánchez Ciudadanos Murcia