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Poderío ante la muralla
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Graciano Palomo

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Poderío ante la muralla

José Ramón García Hernández, diputado por Ávila, es algo así, junto con su amigo Pablo Casado, como la sonrisa del régimen en una formación antipática

Foto: El diputado José Ramón García Hernández (2d). (EFE)
El diputado José Ramón García Hernández (2d). (EFE)

No suelo prodigarme en los actos en los que se presentan libros; mucho menos de políticos. Pero tenía mucho interés en conocer la capacidad de convocatoria del diplomático y diputado por Ávila, José Ramón García Hernández, que es uno de los “capitanes” en la alta dirección del Partido Popular que aspira, con razón y razones, a convertirse en coronel. Como mínimo.

En el Salón de Columnas del Congreso de los Diputados, y bajo la presidencia de Ana Pastor y rodeado de embajadores, ministros, altos dirigentes populares, periodistas, eurodiputados y curas, García Hernández demostró que se puede ser de Ávila, reivindicar a la Santa, y al mismo tiempo conseguir estar acompañado por el Dr. Wilhelm Hofmeister, un influyente gestor de la Konrad Adenauer Stiftung, esto es de la CDU de Angela Merkel.

Siempre he mantenido que en el centro derecha español hay capacidades que enlazan directamente con la modernidad y que son lo mejor y más leído

La presentación de 'Reflexiones desde fuera de la muralla' viene a configurar lo que debe ser la representación política genuina enlazada y vivificada por el pueblo llano con una suerte de “teoría de las élites” que en modo alguno están reñidas. También que en el ejercicio de la vida política

Es siempre más rentable ir de sencillo que de prepotente. Porque José Ramón García Hernández es algo así, junto con su amigo Pablo Casado, como la sonrisa del régimen en una formación antipática por lo general y percibida como desafecta a dar la mano a los obreros, si es que estos existieran o existiesen en la actual hora.

Siempre he mantenido que en el centro derecha español hay capacidades que enlazan directamente con la modernidad y que son lo mejor y lo más leído del panorama. Se percibe así en Bruselas, en Washington o París. Pero no aquí, donde se adornan de complejos y se buscan desenfiladas.

El diplomático/diputado reivindica a Burke, denuncia la falsa modernidad del socialismo y avisa a los populismos: no confundan a las personas con moscas de verano.

No suelo prodigarme en los actos en los que se presentan libros; mucho menos de políticos. Pero tenía mucho interés en conocer la capacidad de convocatoria del diplomático y diputado por Ávila, José Ramón García Hernández, que es uno de los “capitanes” en la alta dirección del Partido Popular que aspira, con razón y razones, a convertirse en coronel. Como mínimo.

Pablo Casado