El sorpresivo y sorprendente diputado de Podemos

Asistí al comité editorial de Bolsamanía (Financial Group) que preside Antonio Papell –aunque no puede disimular su condición de ingeniero de caminos– donde el ponente fue Alberto Montero, diputado por Málaga y que conforma el núcleo duro de economistas de Podemos cuyo teórico jefe es Nacho Álvarez.

Ambos son del llamado sector errejonista y se notó. En el fondo, las políticas económicas que inicialmente mantenía Podemos y lo que se pudo oír el pasado martes distaba tanto como el trecho que va del cabo de Hornos a Iguazú. Ya no hay impago de deuda (simple reestructuración) y todo quedaría en un aumento de los salarios y algo en gastos sociales, unido a cierta laxitud en la política fiscal. Y ello cuando todavía no han tocado pelo, salvo en algunos ayuntamientos. Pero también quedó claro que en estos muchachos el desaliño físico no tiene que tener corolarios en su nivel de lectura teórica. Al fin y al cabo casi todos ellos conllevan alma universitaria.

Lo realmente sustancial de las afirmaciones de Montero es la comprobación de que se ha salido de la crisis 'a nivel macro', con crecimiento sostenible

Montero, que es presidente de la Comisión de Empleo y Seguridad Social del Congreso, explicó a la escogida concurrencia que la victoria de Pedro Sánchez en el PSOE no era una buena noticia para su partido porque con Susana al frente el movimiento eclesiástico (por Iglesias) podría obtener más votos de los caladeros socialistas. “Con Díaz se podía visualizar más la entente del PSOE con la derecha…”.

Como andaluz, reconoció la evidencia que pregonan las encuestas: en las próximas elecciones autonómicas andaluzas el caladero histórico del socialismo podría dejar paso a un gobierno entre PP y Ciudadanos después de tantos lustros de mando del centro-izquierda.

Lo realmente sustancial de las afirmaciones del miembro del equipo económico de Podemos es la comprobación deque se ha salido de la crisis 'a nivel macro', con crecimiento sostenible, pero que 'a nivel micro' queda mucho por hacer tras la década anterior perdida en un proceso dentro de Europa muy similar al ocurrido en Iberoamérica.

También cambios de posición en temas claves como la energía: más renovables y más tecnología. Lo mismo que se dice en las anteriormente denostadas instituciones europeas.