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Graciano Palomo

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El poder para Sánchez

A Rajoy, pese a las apariencias, le convenía el triunfo de Pedro Sánchez porque de esa guisa le queda despejado el caladero del centro

Foto: Pedro Sánchez agradece el apoyo recibido durante las primarias del PSOE. (EFE)
Pedro Sánchez agradece el apoyo recibido durante las primarias del PSOE. (EFE)

¡Ironías tiene la vida! Ahí le tienen… Defenestrado hace diez meses, convertido en chacota de propios y extraños, en el paro, desahuciado, suplicando unas gotas de licor, ahora cabalga a lomos de la victoria interna que ha conllevado el funeral y entierro de cuarenta años de socialdemocracia 'made in Felipe'.

En efecto. Pedro Sánchez ha vuelto con todo el poder en sus manos y con casi tanta libertad como tuvo Felipe González, la referencia histórica ahora dinamitada, en los primeros años de la Transición y poco antes de acceder al poder cuando hizo 'manu militari' abandonar el marxismo al PSOE.

Gentes cercanas al renacido secretario general me garantizan que Pedro Sánchez ha aprendido mucho durante este tiempo y ha tomado buena nota. No me cabe duda alguna porque yo le conozco de sus inicios mismos. La primera lección que debería haber aprendido es que nadie es más que nadie. Que como se crea algo volverá a ser arrojado por el ventanal de Ferraz porque la formación que acaudilla tiene un altísimo componente ácrata y lo que es hoy mañana, no.

Sánchez se ha puesto donde tiene que estar en el tema del intento de la voladura del Estado por parte de los secesionistas catalanes: al lado del Gobierno

Lo segundo y más primordial aún es que todavía no ha conseguido nada. Un partido político es antes que cualquier otra cosa vocación de poder institucional, salvo que se haya decidido permanecer en el ministerio de la oposición 'in eternum'. Si en las próximas elecciones (las que sean) el PSOE vuelve a bajar en votos, habrá hecho un pan como unas hostias y su liderazgo volverá a ser amenazado. Tiene dos años para prepararse concienzudamente para ese envite que tampoco lo tiene fácil, teniendo en cuenta que a su izquierda le soplan en el cogote los chicos de Podemos.

Esta es la historia por ahora del exala del Estudiantes. Yo si aprecio cambios sustanciales. Por ejemplo, he visto con nitidez que en el tema del intento de la voladura del Estado por parte de los secesionistas catalanes se ha puesto donde tiene que estar: al lado del Gobierno porque si no hay Estado todos ellos nos sobran.

Resumiendo, amigos. A Rajoy, pese a las apariencias, le convenía el triunfo de Pedro Sánchez porque de esa guisa le queda despejado el caladero del centro; mientras que a Podemos le interesaba el éxito interno de Susana Díaz porque de esa manera podían visualizar mejor el giro a la derecha del PSOE.

¡Ironías tiene la vida! Ahí le tienen… Defenestrado hace diez meses, convertido en chacota de propios y extraños, en el paro, desahuciado, suplicando unas gotas de licor, ahora cabalga a lomos de la victoria interna que ha conllevado el funeral y entierro de cuarenta años de socialdemocracia 'made in Felipe'.

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