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La desfachatez de Ron y lo de Ana Patricia
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Graciano Palomo

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La desfachatez de Ron y lo de Ana Patricia

Clama al cielo que el expresidente del Popular exija una indemnización cuando su gestión se haría merecedora de que devuelva el obsceno montante que se llevó de la entidad

Foto: La presidenta del Banco Santander, Ana Patricia Botín. (EFE)
La presidenta del Banco Santander, Ana Patricia Botín. (EFE)

Muchos pequeños ahorradores confiaron en el Banco Popular de Luis Valls Taberner y empezaron a ver las orejas a la quiebra cuando llegaron Ángel Ron y sus cuates a la entidad que durante casi una década fue uno de las organizaciones financieras más rentables y solventes del mundo libre.

La historia ya la conocen ustedes, al menos, en lo que se refiere a sus trazos gruesos. La presidenta del Banco Santander, Ana Patricia Botín, que de alguna forma quiere emular a su progenitor, ha remitido una carta a los accionistas del principal banco del país asegurando que la operación de compra del Popular será tan rentable en unos años en porcentaje que puede alcanzar el 13 por ciento. ¡Ya lo veremos! Porque empezamos a estar curados de todo espanto.

Lo que realmente clama al cielo es que Ron pretenda llevarse una indemnización multimillonaria cifrada, según ha publicado este diario, en 4,3 millones de euros cuando su gestión se haría merecedora de que devuelva el obsceno montante que se llevó de la entidad durante los años en los que fue su máximo ejecutivo. Este tipo de cosas, amén de otras, son las que han creado en España el actual caldo de cultivo que padecemos.

He leído la pérdida del dueño de Naturhouse y conozco también en primera persona a otros muchos que se han dejado docenas de miles de millones en el intento. No me alegro pero tampoco me produce especial pavor. Todos ellos podrán hacer frente a las facturas de luz y agua que se les giran mensualmente. Lo que realmente me escandaliza es que pequeños y medianos inversionistas se hayan dejado gran parte de su vida por confiar en quien no debían. Pero así es el sistema.

Me parece de perlas que el juez de lo Social haya denegado la indemnización que reclama Ron. Quiere el caldo y las tajadas cuando lo único que ha demostrado es avaricia y escaso talento.

Suma y sigue.

Muchos pequeños ahorradores confiaron en el Banco Popular de Luis Valls Taberner y empezaron a ver las orejas a la quiebra cuando llegaron Ángel Ron y sus cuates a la entidad que durante casi una década fue uno de las organizaciones financieras más rentables y solventes del mundo libre.

Ángel Ron Ana Patricia Botín