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No pises la Feria de Málaga, que llevas chanclas
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Agustín Rivera

Tinta de Verano

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No pises la Feria de Málaga, que llevas chanclas

Si llevas chanclas, ni se te ocurra pisar la Feria de Málaga. Zapatos, deportivas e incluso sandalias, sin problemas, pero las chanclas están prohibidas en la

Foto: No pises la Feria de Málaga, que llevas chanclas
No pises la Feria de Málaga, que llevas chanclas

Si llevas chanclas, ni se te ocurra pisar la Feria de Málaga. Zapatos, deportivas e incluso sandalias, sin problemas, pero las chanclas están prohibidas en la gran fiesta de agosto de España (con permiso de Bilbao y San Sebastián). Quieren convertir estos Sanfermines del sur, un macrobotellón autorizado desde el mediodía a las seis de la tarde, en un lugar distinguido. Y la Feria de Málaga, que recibe a seis millones de personas, aunque intentó elevar el nivel, ni es elegante, ni lo será.

En la tierra de los merdellones (la expresión procede del francés merde, -mierda-, por si alguien no se entera) y de las majarones, cuya teoría ha escrito Alfonso Vázquez, periodista de La Opinión de Málaga que trabajó en México, esta noche empieza la Feria. Primero pregón de Javier Ojeda, cantante de Danza Invisible. Luego, Miguel Bosé, a quien dedicaremos la Tinta de Verano del lunes, inaugurará la Feria tras 23 minutos de fuegos artificiales.

Mañana se impondrá la nueva norma de los hosteleros de Málaga. Con la reserva del derecho a admisión como principio, prometen que nadie entrará con chanclas en sus locales, aunque no vayan a lo loco, ni lleven mini faldas ni bermudas, la indumentaria oficial. No se trata de lucir chanclas por una cuestión estética, sino práctica. La temperatura roza sin despeinarse los 30 grados. Si encima hay terral, los 37 grados y un montón de huesos están asegurados. La excusa de los empresarios es que los clientes se pueden clavar cristales. Y que luego exigen daños y perjuicios.

La medida ya ha incendiado los foros de Internet. En el del diario Sur opinan así: “Yo no he llevado chanclas en mi vida al Centro, no por nada,s ino que me ahorro pisotones, colillas, cristales y roña en los pies, a pesard e ello, pienso que prohibir las chanclas y sandalias es la mayor chorrada que se les ha ocurrido”. Pregunto en mi perfil de Facebook. Responde Paula M: “Me cansó tanto la chusma que ya apenas lo piso. Prefiero cocerme en el Real de día y ver gente bien vestida...y bastante más educada, ¡por cierto! De todas formas, el problema no son las chanclas, sino el tipo de personas que, por desgracia, predominan cada vez más por la Feria del Centro”.

Fiesta heterodoxa

Aún así, esta fiesta es, como la ciudad, heterodoxa, te puedes encontrar a una china acompañada de novio de Estocolmo, estudiantes de español en una academia de Pedregalejo, bailar flamenco en la concurrida taberna El Pimpi; a un asturiano recién llegado del descenso del río Sella, asustado ante tanta marabunta o a una pareja que pasea su bebé recién nacido al mismo tiempo que aplaude improvisados corros de bailes regionales. O música peruana, disco o reguetón. Y en este plan.

Aunque ahora intentan que no se convierta “en un patio de vecinos donde da lo mismo ir en bañador que en calzones”, destaca C.C, reportera de la ciudad, en el universo facebooksero ya avisan de las consecuencias nefastas de las chanclas. Lo asegura el grupo Yo fui al Domingo rociero con chanclas de dedos y me puse los pies negros.

La Feria siempre húmeda,como las que quieren ganar el concurso de miss camiseta mojada o los abominados chancleros de los calores, ahora proscritos y que prometen combate: “La solución es fácil. Todos al Centro con chanclas. Al ver que las llevamos, creo que nos dejaran pasar, ¿o no? ¿O acaso preferirán tener sus locales completamente vacíos?”.

En la Feria la malagueña salerosa, como cantaba la copla, no está dispuesta a que acabe la juerga. Sus labios no pronuncian el “vámonos ya a casa” como respuesta tipo, aunque las amigas le digan que con dos botellas de vino dulce Cartojal basta por hoy, mientras intenta expulsar de su cogote al moscardón de sombrero de paja, gafas de sol y camiseta sucia empapada de sudor que lo intenta una y otra vez. Ella lleva sandalias. Él chanclas.

Más en www.agustinrivera.com y twitter.com/agustinrivera

Si llevas chanclas, ni se te ocurra pisar la Feria de Málaga. Zapatos, deportivas e incluso sandalias, sin problemas, pero las chanclas están prohibidas en la gran fiesta de agosto de España (con permiso de Bilbao y San Sebastián). Quieren convertir estos Sanfermines del sur, un macrobotellón autorizado desde el mediodía a las seis de la tarde, en un lugar distinguido. Y la Feria de Málaga, que recibe a seis millones de personas, aunque intentó elevar el nivel, ni es elegante, ni lo será.