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El despertar de la Historia y el 15M
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El despertar de la Historia y el 15M

Con El despertar de la Historia, en el que pasa revista a las revoluciones árabes de Túnez y Egipto (revueltas históricas) y a las revueltas europeas

Con El despertar de la Historia, en el que pasa revista a las revoluciones árabes de Túnez y Egipto (revueltas históricas) y a las revueltas europeas de Gran Bretaña y España (revueltas latentes), proporcionando claves para entender movimientos como el del 15-M, Badiou continúa su preocupación por los fenómenos políticos de ayer y de hoy sobre los que ha realizado profundos y agudos análisis. El último, un artículo titulado El racismo de los intelectuales, publicado en Le Monde el día de la segunda vuelta de las recientes elecciones presidenciales francesas y en íntima conexión con los acontecimientos que desde un punto de vista filosófico y político analiza en El despertar de la Historia, atribuía el éxito de la extrema derecha en la primera vuelta al discurso xenófobo tanto de una derecha como de una izquierda que, en última instancia, se nutren de ideas como la de la "superior identidad occidental", el "peligro islámico" y la "ruina de nuestros valores" expuestas por los intelectuales del neo-racismo y del nacionalismo más obtuso, señalando la urgencia, como en El despertar de la historia, de una reformulación de la propuesta ideológica.

Ante las múltiples cuestiones que suscita un mundo como el actual, extenuado y ahogado por el materialismo democrático y por el crecimiento capitalista, Badiou señala en su libro que "nuestros amos" (banqueros, atareados presidentes, nuevos filósofos, economistas del crecimiento, estirados editores de periódicos serios...) harán lo posible por que se adopten de forma urgente todas las medidas "que dicte la coyuntura para que los ricos sigan enriqueciéndose y pagando menos impuestos, para que las empresas puedan reducir su plantilla a base de favorecer los despidos y los planes de reestructuración; para privatizar todo lo público contribuyendo así, no al bien público (categoría «antieconómica» por antonomasia) sino a la riqueza de los ricos y al mantenimiento, por desgracia costoso, de las clases medias que constituyen el ejército de seguridad de estos ricos; para que las escuelas, los hospitales, la vivienda, los transportes y las comunicaciones, es decir, los cinco pilares de una vida digna para todos, sean primero descentralizados, luego expuestos a la competencia y por último entregados al mercado".Nos encontramos ante una regresión sin precedentes que aspira a que el capitalismo globalizado y la acción de los políticos se adecúe al liberalismo de mediados del siglo XIX, al poder ilimitado de una oligarquía financiera e imperial y a un parlamentarismo de fachada

Ante este panorama Badiou hace las siguientes observaciones. En primer lugar que nos encontramos ante una regresión sin precedentes que aspira a que el capitalismo globalizado y la acción de los políticos se adecúe al liberalismo de mediados del siglo XIX, al poder ilimitado de una oligarquía financiera e imperial y a un parlamentarismo de fachada. En segundo lugar, que en el momento actual se está produciendo un levantamiento popular de alcance universal contra este retroceso que aún ciego, ingenuo, disperso, sin un concepto sólido ni una organicación duradera, recuerda a los primeros levantamientos obreros del siglo XIX. 

Entiende así que nos encontramos en "tiempos de revueltas", que indican, y por las que se está produciendo, un despertar de la Historia. Y en tercer lugar, que para que este momento no se quede en un episodio popular glorioso pero fallido, ni se enrede en el permanente oportunismo de las organizaciones «representativas»,sindicatos corruptos y partidos parlamentarios, el despertar de la Historia debe asimismo ser el despertar de la Idea. Una Idea que articule una forma igualitaria y racional de organización colectiva.

En este sentido y ante las críticas al 15-M que reducirían al movimiento a la indignación de unas masas sin programa ni objetivos definidos, Badiou afirma que no se debe caer en la trampa de una retórica del resultado pues el propio despertar de la Historia ya vale por si mismo y por lo tanto debe aplaudirse. En esta defensa del 15-M que la misma crítica definiría como de "una negatividad condenada a la frustración al ser incapaz de articularse en guion histórico alguno", el filósofo Germán Cano advierte, con razón, en un artículo en El País, de que "caricaturizaríamos al 15-M si no acertáramos a ver en él un cierto movimiento político desde el que se denuncian como ficciones las posibles soluciones neoliberales de la crisis" así como "la construcción a tientas, experimental, de prácticas de solidaridad".

* Begoña Moreno-Luque es abogada y Master por la London School of Economics

Con El despertar de la Historia, en el que pasa revista a las revoluciones árabes de Túnez y Egipto (revueltas históricas) y a las revueltas europeas de Gran Bretaña y España (revueltas latentes), proporcionando claves para entender movimientos como el del 15-M, Badiou continúa su preocupación por los fenómenos políticos de ayer y de hoy sobre los que ha realizado profundos y agudos análisis. El último, un artículo titulado El racismo de los intelectuales, publicado en Le Monde el día de la segunda vuelta de las recientes elecciones presidenciales francesas y en íntima conexión con los acontecimientos que desde un punto de vista filosófico y político analiza en El despertar de la Historia, atribuía el éxito de la extrema derecha en la primera vuelta al discurso xenófobo tanto de una derecha como de una izquierda que, en última instancia, se nutren de ideas como la de la "superior identidad occidental", el "peligro islámico" y la "ruina de nuestros valores" expuestas por los intelectuales del neo-racismo y del nacionalismo más obtuso, señalando la urgencia, como en El despertar de la historia, de una reformulación de la propuesta ideológica.