Venció a la historia

Es un líder que ya roza la historia, es un líder de una generación. Será muy difícil explicar la historia del siglo XXI sin recordar lo que fue la campaña de Barack Obama con el ya legendario 'Yes, we can' y que, en el fondo, con la revalidación de este mandato viene a reforzar algo que el pueblo americano ha entendido muy bien: la política es la solución en momentos de crisis. Es cierto que el candidato Mitt Romney ha conseguido sacar un Obama que se ha tenido que crecer para hacer frente a una elección del partido republicano que en el fondo ha reforzado de nuevo el sistema democrático.

Y esto hay que señalarlo por igual. Hoy el círculo virtuoso de una sociedad fuerte, de unas instituciones fuertes, de un sistema democrático fuerte, llevan a la admiración del mundo. Es no menos sorprendente que casi durante 235 años los norteamericanos han seguido celebrando cada noviembre elecciones, mientras que si echan la vista atrás, otros países han tenido guerras, a veces civiles, republicas o imperios. Ellos con algarabía sin embargo han sido persistentes en la democracia.

Y ésa es uno de los grandes retos a los que se tiene que enfrentar la nueva Administración Obama que tiene un escenario complejo.  Una vez que consiga lidiar con la situación económica de su país y negociar con el nuevo Congreso su techo de gasto y evitar el “precipicio financiero”, tendrá que volver sus ojos a los problemas internacionales de este mundo globalizado. Ese mundo globalizado que está empezando a necesitar una gobernanza y que todavía no ha encontrando un modelo y se debate entre ellos. El refuerzo de la democracia, de las elecciones y de las instituciones aparece como la mejor garantía dentro de ese complejo mundo y la mejor respuesta que se puede ofrecer.

Una vez que consiga lidiar con la situación económica de su país y negociar con el nuevo Congreso su techo de gasto y evitar el “precipicio financiero”, tendrá que volver sus ojos a los problemas internacionales de este mundo globalizado. Ese mundo globalizado que está empezando a necesitar una gobernanza y que todavía no ha encontrando un modelo y se debate entre ellos.

La campaña que ahora acaba ha tenido mucho de los componentes de las campañas clásicas pero también elementos novedosos. Las encuestas en un país tan complejo, no fallan pero tampoco llegan a acertar. Pero lo más importante son sin duda los debates políticos y sobre todo como abordar los problemas que son comunes. En un primer momento no le va a quedar más remedio que reducir su enorme déficit y su creciente deuda pública. Eso va a ser común, pero lo interesante es ver cómo va a hacer que la economía americana crezca y cree empleo. Sin duda el refuerzo de las relaciones comerciales con Iberoamérica y con Europa será una de las bazas que juegue, pero en el plano interno ha hecho hincapié sobre todo en las políticas educativas y de desarrollo de infraestructuras, para que el “american Dream” siga siendo el motor físico y espiritual de los Estados Unidos.

En cuanto a la inmigración su “ Dream Act” puede ofrecer una solución sobre todo para que América se convierta de nuevo en un lugar de referencia en la integración de inmigración y ofrezca una solución de dignidad a muchas de las personas que ahora viven y trabajan en los Estados Unidos en una situación irregular.

Y su gran proyecto político, el Obama Care, podrá tener un desarrollo que sin duda tiene que ver como histórico. Tendrá de nuevo que negociar con una Cámara de Representantes republicana, pero contará con un Senado aliado. Todo esto en principio, y siempre que empiece una legislatura más encauzada que la anterior.

La relación con Irán y con China marcará su agenda y como ven, este nuevo siglo tendrá mucho de americano, con respuestas para un tiempo que las necesita y en el que parece que un abanderado es por derecho propio Barack Obama.

*José Ramón García Hernández es Secretario ejecutivo de Relaciones Internacionales del PP