Es noticia
El independentismo frente al espejo
  1. España
  2. Tribuna
Tribunas EC3

Tribuna

Por

El independentismo frente al espejo

La emisión hace unos días del documental “L’endemà” (“El mañana”) en TV3 ha causado un gran revuelo en la opinión pública catalana. La obra de la

Foto:

La emisión hace unos días del documentalL’endemà (“El mañana”) en TV3 ha causado un gran revuelo en la opinión pública catalana. La obra de la directora Isona Passola, conocida activista por la independencia, ya había sido estrenada en los cines hace algunas semanas, pero hasta su promoción estelar en la cadena pública había pasado bastante desapercibida.

Cualquiera que esté interesado en la “cuestión catalana” debería ver este documental. Concebido como una herramienta para despejar las dudas de los indecisos con respecto a las bondades de la independencia, constituye en realidad una muestra única del carácter irracional, irrespetuoso, egoísta y supremacista del independentismo catalán.

Las críticas al documental han provenido de muchos sectores. Algunos medios y líderes de opinión que suelen ser muy condescendientes con las formas y el fondo de la propaganda nacionalista han sido muy duros esta vez. A juzgar por los comentarios recogidos en las redes sociales, el documental no ha gustado ni siquiera al público independentista, que se queja de que el planteamiento que hace es simplista y demagógico, y por tanto contraproducente para su causa.

Sorprenden las críticas de los independentistas, porque lo que hace el documental al fin y al cabo es compilar la fraseología que ellos han venido utilizando profusamente desde hace años:

- España nos maltrata. Desde el inicio del documental, nuestro país se representa metafóricamente como un hombre violento y de lenguaje grosero. Cataluña es la mujer inteligente y pacífica, que tiene derecho a separarse y a desarrollarse libremente. Al final, la separación también será buena para él, porque lo obligará a espabilarse y a mejorar.

- España nos roba. El espíritu emprendedor y la laboriosidad catalana se contraponen a la ineficiencia y conformismo español. España es un país basado en el juego, la especulación y la prostitución (min. 42). Si Cataluña se queda en España no habrá forma de escapar de esa economía alejada de la innovación y de la calidad (min. 46). No falta la referencia a la injusticia de que los niños catalanes no dispongan de ordenadores en sus escuelas cuando sí los tienen los alumnos de otras partes de España (min. 24). También están presentes las autopistas de peaje y la defectuosa política de infraestructuras: España es representada como un hombre infantilizado que juega con trenecitos sin ningún criterio mientras que Cataluña es su pareja sensata que le advierte de lo absurdo de tal planteamiento (min. 30).

- España es antidemocrática. La presentación tergiversada de la historia no podía faltar, y es introducida –es cierto que de una forma un tanto forzada– mediante unas marionetas que no descuidan ninguno de los tópicos independentistas, desde el 1714 hasta el proceso de elaboración del Estatuto actual. Ya al comienzo, justo tras los títulos de crédito (min. 6), se indica que el Estado español es “ultranacionalista”, el Estado más nacionalista de Europa occidental.

- Una Cataluña independiente sería rica y feliz. Un país donde habría igualdad real entre hombres y mujeres, y las pensiones serían más altas que las actuales (concretamente, se afirma, un 10%). No habría fronteras y sería impensable que se quedara fuera de la Unión Europea (min. 58:58). Además se podría mantener la nacionalidad española (min. 56) y se seguirían viendo las cadenas españolas (min. 14). Por supuesto, el Barça podría jugar en la liga europea que quiera (minuto 23). Resumiendo, “estaremos mejor sin perder nada” (min. 14:50). Cataluña podría ser la California de Europa (1:22:00).

En el documental aparecen la mayoría de los “intelectuales” independentistas y sus más conocidas caras mediáticas. Entre las 50 personalidades que dan su opinión no hay ninguna que sea contraria a la independencia. Y eso porque, según ha explicado la Sra. Passola, “he buscado desesperadamente gente que explique bien el no a la independencia y no los he encontrado” (Ara, 3/9/2014).

En definitiva, nada nuevo respecto a la propaganda que los catalanes soportamos desde hace años, de una forma grosera y descarada en los medios públicos, o más sutil y sibilina en los subvencionados. ¿Por qué entonces están molestos los independentistas? Para el independentismo, el problema de L’endemà es que resulta demasiado claro. Hasta este documental no habíamos tenido ocasión de ver concentrado en hora y media todo el argumentario secesionista, mezclando los argumentos sentimentales con las metáforas absurdas, las tergiversaciones y las exageraciones. Si queremos que alguien fuera de Cataluña sepa lo que es el secesionismo y conozca su verdadero rostro, los que nos oponemos al mismo no tenemos más que mostrarle este documental.

Aunque se viste con ropajes de modernidad democrática y se perfuma con una estética agradable y cuidada, el nacionalismo queda irremediablemente al desnudo y un tufo a rancio se escapa en cada instante. En L’endemà el independentismo se ha puesto frente a un espejo y no ha podido reprimir una mueca de disgusto.

*Rafael Arenas, catedrático de Derecho internacional privado en la UAB, y Juan Arza, consultor y asesor de empresas. Ambos son miembros de la Junta Directiva de Societat Civil Catalana.

La emisión hace unos días del documentalL’endemà (“El mañana”) en TV3 ha causado un gran revuelo en la opinión pública catalana. La obra de la directora Isona Passola, conocida activista por la independencia, ya había sido estrenada en los cines hace algunas semanas, pero hasta su promoción estelar en la cadena pública había pasado bastante desapercibida.