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No más traiciones

Leo en El Confidencial que desde la dirección del PP están intentando recuperar a sus votantes a base de, digámoslo claro, hacer actos de homenaje, una vez

Foto: La presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, Ángeles Pedraza, junto a otros miembros de la AVT, en Arrasate. (EFE)
La presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, Ángeles Pedraza, junto a otros miembros de la AVT, en Arrasate. (EFE)

Leo en El Confidencial que desde la dirección del PP están intentando recuperar a sus votantes a base de, digámoslo claro, hacer actos de homenaje, una vez más, a las víctimas del terrorismo a las que han traicionado. No es extraño, ni nuevo.

Cuando sólo interesa el poder, cuando se gobierna haciendo lo contrario de lo que se promete, cuando existen pactos subterráneos que nunca son explicados, cuando se han arrasado tantas esperanzas traicionando a millones de españoles, ya se han perdido los escrúpulos para seguir creciendo en indignidad.

Las víctimas del terrorismo son el colectivo que representa lo mejor de España, un referente moral y un ejemplo para todos. Cuando las negociaciones de Zapatero con ETA –aquellos días en que los atentados con muertos eran accidentes–, Rajoy no dudó en sumarse a las reivindicaciones que exigían Memoria, Dignidad y Justicia. Pero pocos años después, ya en el Gobierno, Rajoy se ha convertido en el presidente que más etarras ha excarcelado, torciendo la ley, humillándose ante Europa, y pisoteando los anhelos de justicia de las víctimas, negándose a poner a trabajar a toda la maquinaria del Estado para la necesaria ilegalización de los partidos que siguen dando soporte a ETA, e incluso permitiendo homenajes infames a los asesinos, que han contemplado con alegría cómo se renueva su impunidad.

Aquellas excarcelaciones, que para mí fueron la gota que colmó el vaso de la traición, ahora se entienden como un juego legal y conveniente. Sacan a decenas, acompañados de pederastas y violadores para disimular, y, en una maniobra evidente, vuelven a meter en la cárcel a alguno, como Santi Potros, en un torpe intento de frenar la manifestación convocada el sábado 24 por la AVT. Parece que todo forma parte de un abyecto cálculo electoral para un año con numerosos comicios a la vista. Así ofenden a las víctimas, y así intentan engañar una vez más a sus votantes.

¿Habrá recapacitado nuestro presidente sobre el daño que se ha hecho a España con las cesiones constantes a los asesinos y su entorno? ¿Se habrá dado cuenta de que seguir la agenda de Zapatero en esto –como en todo lo demás– es una traición imperdonable a las víctimas del terror, que en realidad somos todos los españoles? Me gustaría que fuese así, pero no lo creo. Todos recordamos aquella fría respuesta del presidente cuando se le interrogaba para que explicara tantas injusticias: llueve mucho.

Sí, ha llovido mucho desde entonces. Además de las excarcelaciones, hemos visto cómo ha crecido la insolencia de los asesinos y sus secuaces en la política y en los medios; cómo empiezan a repartirse las nueces del árbol tantas veces golpeado, y cómo, después de tanta sangre y tanto sufrimiento, la unidad nacional está más amenazada que nunca. Cuando viajó a París recientemente y dijo allí que los terroristas nunca conseguirán sus propósitos, debería pensar en quién gobierna en Guipúzcoa y a quién se homenajea en las calles de mi tierra.

Toda la palabrería de las manifestaciones que ellos encabezaban ahora regresa para acusarlos de mentirosos: ni los asesinos se han podrido en la cárcel, ni sus objetivos de sedición se han desterrado del horizonte político. Pero ni los crímenes de unos ni las traiciones de otros van a doblegarnos. Somos muchísimos, cada vez más, los españoles dispuestos a gritar: yo no me rindo.

*Santiago Abascal, presidente de VOX

Leo en El Confidencial que desde la dirección del PP están intentando recuperar a sus votantes a base de, digámoslo claro, hacer actos de homenaje, una vez más, a las víctimas del terrorismo a las que han traicionado. No es extraño, ni nuevo.

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