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Elecciones con resultados complejos

El PP, a pesar de las diferencias que pueda tener con Ciudadanos y de que pesque en su caladero, no debería cargar contra esta formación, con la que puede llegar a acuerdos y gobernar

Foto: El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy (i), y el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. (EFE)
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy (i), y el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. (EFE)

Con la entrada de Podemos y Ciudadanos en el reparto de votos, el bipartidismo de las dos grandes formaciones se verá afectado y las mayorías absolutas serán más difíciles de conseguir; se van a necesitar dos o más fuerzas para ello si no se deja gobernar a la lista más votada, lo que daría menos estabilidad y es poco probable. Podemos se desinfla y baja –la mejor prueba de ello es que Pablo Iglesias diga que el cambio y el recambio en referencia a Ciudadanos no es lo mismo–, el PSOE sube y Ciudadanos sigue en alza.

Las candidatas del PP a la Comunidad y Alcaldía de Madrid tienen bien acreditada su gestión, pero las encuestas no les dan mayoría absoluta y tendrán que recurrir a Ciudadanos como partido más afín. El señor Rivera, con todos mis respetos, se equivoca en el recorte del AVE. La ministra de Fomento lo ha explicado de forma magistral, ¡ojalá! lo hicieran todos así.

Rajoy ha cometido errores de bulto en política antiterrorista; Arriola en el tema del aborto no le asesoró bien y va a perder votos. El derecho a nacer, la vida, y la dignidad que esta representa, don Mariano los ha mancillado al no cambiar la ley Aído como prometió. El TC ha dicho que de momento no se va a pronunciar sobre el recurso interpuesto por el PP. En la defensa de los principios y valores no ha sido contundente, y de ahí el desencanto de los indecisos, que se lo están pensando.

Justo es reconocer sus aciertos en una legislatura complicada debido a la herencia recibida, que le obligó a adoptar reformas y medidas dolorosas para no ser intervenidos: cuando todos le aconsejaban pedir el rescate, resistió y no lo hizo. En el desafío y referéndum de Mas supo usar la paciencia y hacer lo que debía, llevar el tema al Constitucional, que le dio la razón y advirtió al president de la ilegalidad. Todo quedó en una escena teatral, chulesca y ridícula que se resolvió sin enviar los tanques ni a la Guardia Civil. Lo que sí debería haber hecho con anterioridad es recortarle las ayudas, malgastadas en embajadas y por aquello de “España nos roba”. Los que han robado a mansalva tienen nombre, apellidos y cara dura. Mas debería ser relegado al podio de la vergüenza como imputado por un presunto delito grave de desobediencia.

Gobierno y partido tienen que poner más empatía desde el alma y el corazón, hacer pedagogía, ser más cercanos a los ciudadanos y comunicar mejor. Al hilo de esto, debo decir que he merecido la callada por respuesta de la consejera de Educación y del presidente, a quienes me dirigí interesándome por los motivos del cambio del nombre de dos colegios públicos en Coslada (Madrid), en mi creencia de estar bien bautizados y movido por los sentimientos y el recuerdo. En Nuestra Señora del Amor Hermoso estuve como maestro cinco años y en el Hermanos Machado, del que me honra haber sido su primer director, entre el cargo y maestro, 22 años, hasta jubilarme con más de 40 años de servicios prestados al sindicato de la tiza con el premio de la virtud en sí misma (Claudio Claudiano) y la satisfacción por el deber cumplido.

Confiarlo todo a la marcha de la economía como hace Rajoy, con ser importante, es demasiado arriesgado

España, con el esfuerzo de todos está saliendo de la ruina y de la UCI en la que la dejó ZP, llena de deudas y paro. Tragedia que estamos pagando, y lo que queda.

En 2014 se crearon 300.000 puestos de trabajo creciendo al 1,6%. La prima de riesgo se ha normalizado, lo que supone un ahorro de millones de euros en el pago de los intereses de la deuda. Fluye el crédito, los empresarios han recobrado confianza y desde fuera se ve a España como una nación segura y atractiva para invertir. El turismo en aumento sigue siendo una fuente de ingresos importante; las exportaciones van bien, lo que indica que somos competitivos. Para este año el crecimiento puede llegar al 2,5% y se pueden crear 800.000 puestos de trabajo.

Quiere decir que las reformas acometidas por el Gobierno están encarriladas y dando su fruto, por más que les pese a aquellos para quienes haga lo que haga el Ejecutivo está mal: más les hubiera valido haber arrimado el hombro y no dedicarse a acosarlo con escraches y algaradas callejeras. El discurso político de la izquierda es hacer que cale en la sociedad la convicción de que Rajoy favorece a los ricos y perjudica a los pobres, algo que este último debe contrarrestar de forma explicativa para no dejarse ganar la partida desde la demagogia, en la que son maestros. Confiarlo todo a la marcha de la economía como hace Rajoy, con ser importante, es demasiado arriesgado.

Se podrían haber hecho mejor las cosas y con mayor diligencia. Queda mucho por acometer, hay que seguir trabajando duro sin triunfalismos y no echar las campanas al vuelo.

El Gobierno ha adoptado medidas contra la corrupción sistémica, que es una lacra y una vergüenza, y para que los ladrones devuelvan lo robado.

El líder socialista ha dicho que si él gobierna derogará las leyes aprobadas por el PP. Es decir, seguirá los pasos de su antecesor, que puso a España patas arriba y la hundió en el abismo. Por eso, Virgencita, que nos quedemos como estamos.

Los ciudadanos sabrán reflexionar sobre las causas de la crisis y sus consecuencias para no volver al pasado ni embarcarse en aventuras que nos lleven a peor

El PP, a pesar de las diferencias que pueda tener con Ciudadanos y de que pesque en su caladero –los votos son de la libertad de los electores–, no debería cargar contra esta formación, con la que puede llegar a acuerdos y gobernar, porque la mayoría absoluta y el poder que tiene no volverán a repetirse. Que no le quepa la menor duda: el PSOE pactará con el mismísimo diablo con tal de no dejarle gobernar.

Los ciudadanos sabrán reflexionar sobre las causas de la crisis y sus consecuencias para no volver al pasado ni embarcarse en aventuras desconocidas y peligrosas que nos lleven a peor. Gobernar no es fácil, se necesita en lo sucesivo de un gobierno estable.

La variedad de España merece respeto, bien conjuntada desde la solidaridad generosa y no egoísta, incluida la del agua, para que haya una España húmeda y más rica, a lo que habría ayudado el plan hidrológico que se cargó ZP.

Hay que reformar el título octavo de la Constitución con los medios de que se dispone. Hay que cambiar la ley electoral con listas abiertas y evitar los arribistas y pelotas, e ir a la segunda vuelta de no haber mayoría absoluta entre las dos primeras fuerzas. Y suprimir las autonomías, empresas de empleo político desde el nepotismo. ¿Algún partido se atreve? Los pilares en los que debe descansar la sociedad han de ser mejorados: la educación como derecho inalienable de los padres y no del ministro de turno; la LOMCE del criticado ministro Wert como mejora de la enseñanza se queda corta. La justicia debe despolitizarse, ser independiente, ágil e igual para todos, lo que no han hecho el PSOE y el PP con mayorías absolutas.

No abusen del cheque en blanco que reciben a través del voto y dejen de ser uno de los problemas sociales más preocupantes

Hay que construir una sociedad civil competitiva y del siglo XXI desde las raíces humanistas, la moral cristiana y los valores fundamentados en las virtudes cardinales y no dar alas al materialismo egoísta; desde la autoridad como superioridad, que garantice el respeto, la libertad y la convivencia armónica. Señores políticos, menos promesas y más eficacia desde el acuerdo, la honradez y mesura. No abusen del cheque en blanco que reciben a través del voto y dejen de ser uno de los problemas sociales más preocupantes.

Ya se encargará el PSOE –a pesar de tener a Chaves, Griñán y Zarrías en el Tribunal Supremo por lo defraudado en los ERE, con el apoyo de la chusma radical–de aderezar el caso Rato con sal y pimienta para que cale en la sociedad cabreada y obtener rédito, frente a la idea de que el Estado de derecho funciona y la ley se aplica, según el Gobierno y el PP, tratando de abanderar la lucha implacable de la corrupción. El asunto Rato, al igual que el de otros, va a dar mucho que hablar y, como pecado de avaricia ciega, tendrá su penitencia. El señor Rato tiene derecho a la presunción de inocencia y a defenderse, aclarando la procedencia del dinero que defraudó y reguló. Que Pedro Sánchez ya no se acuerde de la amnistía que de forma anónima hizo ZP evidencia su hipocresía y mala memoria.

Con la entrada de Podemos y Ciudadanos en el reparto de votos, el bipartidismo de las dos grandes formaciones se verá afectado y las mayorías absolutas serán más difíciles de conseguir; se van a necesitar dos o más fuerzas para ello si no se deja gobernar a la lista más votada, lo que daría menos estabilidad y es poco probable. Podemos se desinfla y baja –la mejor prueba de ello es que Pablo Iglesias diga que el cambio y el recambio en referencia a Ciudadanos no es lo mismo–, el PSOE sube y Ciudadanos sigue en alza.

Ciudadanos Rodrigo Rato