Las vergüenzas fiscales de Europa

Desconfía del que continuamente está diciéndote voy a hacer, voy a hacer… pero nunca termina de hacerlo. Eso es lo que está haciendo Europa desde hace tiempo en relación a la utilización de los paraísos fiscales, la eliminación del secreto bancario en sus territorios o la vergonzosa utilización de alguno de ellos por parte de las grandes multinacionales para no pagar impuestos.

Una de las mayores vergüenzas fiscales se refiere a la falta de voluntad para combatir el uso de los paraísos fiscales. Existen medidas para luchar contra ellos, y algunas de ellas se contemplan en un informe del Parlamento Europeo de mayo de 2013, como eran elaborar una lista negra de paraísos y revocar la licencia bancaria a los bancos que operen en esos territorios.

En el inicio de la crisis financiera, los grandes mandatarios mundiales, incluidos los europeos, declararon en 2009 que se había terminado la era del secreto bancario y de los paraísos fiscales. Con el paso del tiempo, y teniendo en cuenta que ya estamos próximos a finalizar 2015, se puede llegar a la conclusión de que fueron declaraciones de urgencia, consecuencia de que una de las causas de la crisis fue la utilización de dichos territorios y, por tanto, había que salir al paso con declaraciones contra los mismos para tranquilizar a los ciudadanos. Desde entonces se ha avanzado mucho en los llamados acuerdos de intercambio de información, firmándolos incluso algunos de los territorios calificados como paraísos fiscales, pero serán ineficaces si no van acompañados de medidas coercitivas contra aquellos territorios que no los quieran firmar. Y esas medidas, que son las que faltan, son precisamente lo más importante.

Sin ese tipo de medidas coercitivas, los acuerdos firmados van a servir para bien poco, salvo para decir que algo se está haciendo. Se verá lo fácil que será burlar los recientes acuerdos de intercambio de información firmados por la Unión Europea con Andorra y con Suiza, si la titularidad de las cuentas que ahora tienen los ciudadanos en dichos territorios se cambia a sociedades con domicilio en un paraíso fiscal. Una sociedad en un paraíso te la crea en un par de días un abogado testaferro en dicho territorio, con una simple llamada de teléfono y con un coste inferior a 1.000 euros. Según los acuerdos firmados, dan de plazo hasta 2018 para que se puedan adaptar a la nueva situación.

¿De verdad alguien cree que se ha acabado con el secreto bancario? Mientras existan paraísos fiscales, por pequeños que sean, la situación no cambiará.

Pero si antes hablábamos de la vergüenza por la utilización de territorios fuera de Europa, tenemos las nuestras propias dentro de la Unión Europea. Recordemos que se ha tardado más de 10 años en eliminar el secreto bancario en alguno de sus miembros, en países como Austria y Luxemburgo, dadas las reticencias de estos países a cumplir con el contenido de la tercera directiva sobre el ahorro.

Otra gran vergüenza es la utilización de alguno de los territorios europeos, como Irlanda u Holanda, para reducir la tributación de las grandes multinacionales a cifras ridículas. De todos es conocido el 'doble irlandés' y el 'sándwich holandés', que son combinaciones de empresas de esos países con otras situadas en paraísos fiscales con el claro objetivo de no pagar nada o casi nada de impuestos. ¿Por qué no se actúa si la situación es de sobra conocida? Estos son solo dos ejemplos de los métodos que utilizan las grandes multinacionales dentro de lo que se llama la ingeniería fiscal.

Ante el conocimiento de esta lamentable situación y la consiguiente indignación de los ciudadanos, los mandatarios mundiales han entrado ahora en una vorágine de reuniones para aprobar las llamadas medidas BEPS, con las que pretenden determinar cómo hacer tributar a estas grandes compañías a nivel mundial. ¿Por qué se quieren adoptar ahora deprisa y corriendo estas medidas? ¿No será que los gobernantes saben que los ciudadanos están hartos de pagar impuestos y de ver cómo se escapan siempre quienes más tienen que pagar?

El 'doble irlandés' y el 'sandwich holandés' son sólo dos ejemplos de ingeniería financiera empleados por las multinacionales para pagar menos impuestos

Pero la gota que colma el vaso de todas estas vergüenzas tiene que ver con los acuerdos de Luxemburgo con las multinacionales y el hecho de que haya sido nombrado presidente de la Comisión Europa, poco después de descubrirse la existencia de dichos acuerdos, la persona artífice de los mismos, según se ha publicado.

Dentro de lo que llamamos 'la política de voy a hacer, voy a hacer..." están también las recientes declaraciones de un mandatario europeo: “Ladrillo a ladrillo, Europa está derrumbando el mito del secreto bancario y sustituyéndolo por la apertura y cooperación entre las autoridades fiscales”. Pero sabiendo todos que ese es el camino correcto, ¿A dónde vamos si ponemos un ladrillo cada mes y queremos construir edificios de 30 plantas?

Los inspectores de Hacienda llevamos mucho tiempo proponiendo tres medidas bien sencillas: lista de paraísos fiscales que incluya a los territorios que no proporcionen información; el no reconocimiento de personalidad jurídica a las entidades con domicilio en esos territorios, y la prohibición a entidades bancarias de tener sucursales y realizar operaciones en los territorios calificados como paraísos.

*José María Peláez Martos es inspector de Hacienda del Estado