Es noticia
No leen, no saben
  1. España
  2. Tribuna
Tribunas EC6

Tribuna

Por

No leen, no saben

Una juventud menos culta que sus progenitores apoya electoralmente a un populismo que amenaza la libertad de prensa y la separación de poderes

Foto: Pablo Iglesias presenta su nuevo libro 'Una nueva transición'. (EFE)
Pablo Iglesias presenta su nuevo libro 'Una nueva transición'. (EFE)

Uno de los grandes mantras de estos tiempos es aquél que dice que la juventud actual es la generación mejor preparada de nuestra historia. Personalmente, discrepo de esta afirmación. Creo firmemente que, con carácter general, nuestros jóvenes son bastante menos cultos que sus padres, e infinitamente más incultos que sus abuelos.

Es evidente que muchos de ellos están muy bien pertrechados para manejarse en las redes sociales y dominar las nuevas tecnologías. Pero eso es sólo una parte –desde luego, no la más importante- de su formación.

Este déficit cultural al que me refiero tiene una causa primaria fácilmente distinguible: el índice de lectura de un estudiante medio es absolutamente irrisorio. Las razones las podemos encontrar, entre otras, en un sistema educativo errático y abandonado desde hace décadas, o en la influencia de internet y las nuevas formas de comunicación, que –como señala Nicholas G. Carr en su magnífico ensayo “Superficiales ¿qué está haciendo internet con nuestras mentes?”, - pueden estar produciendo efectos devastadores.

Es sorprendente que Podemos, que se niega a firmar el pacto antiterrorista, cuente con tantos partidarios entre los jóvenes españoles

Las encuestas electorales señalan una tendencia irrefrenable al voto populista en el sector de la población joven. Me pregunto si habrá alguna conexión entre estos dos fenómenos.

Efectivamente, resulta sorprendente que una fuerza política como Podemos, que se niega a firmar el pacto antiterrorista, cuente con tantos partidarios entre los jóvenes españoles, después de lo que en España se ha sufrido con el terrorismo, con un coste extraordinario, material y humano. La mera aparición de Iglesias con Arnaldo Otegi, o las alabanzas de aquél a éste, deberían ser suficientes para descartar la opción. Pero se ve que a ellos no les dice nada. No lo vivieron y no han leído nada después.

Resulta igualmente extraño que una fuerza política que pone en cuestión la misma división de poderes, abogando por una intervención directa del ejecutivo en la justicia, no sea automáticamente excluida de la intención de voto. No saben lo que nos costó alcanzar la democracia porque no lo vivieron, y tampoco lo han leído después.

placeholder Pablo Iglesias en una rueda de prensa. (EFE)
Pablo Iglesias en una rueda de prensa. (EFE)

Podemos tampoco es muy partidario de la libertad de prensa. Han manifestado su intención de controlar los medios de comunicación ¿y esto tampoco les importa a nuestros jóvenes? No vivieron los años de la censura, y al parecer, tampoco lo han podido estudiar después. La lucha por la libertad de prensa y de opinión es la lucha por la democracia con mayúsculas, pero eso a ellos no les dice nada.

Los populistas de Iglesias tampoco son muy favorables al proyecto europeo. En algún momento hasta han dejado escapar su idea de salir del euro. ¿Alguien les ha explicado a nuestros jóvenes lo que nos costó la adhesión? España ha realizado un enorme esfuerzo de convergencia con Europa que nos ha permitido ponernos a la altura de las potencias europeas en términos de infraestructuras o de bienestar social. ¿Vamos a renunciar a eso?

También asistimos, impávidos e incrédulos, a toda clase de rodeos o circunloquios de Pablo Iglesias y Alberto Garzón para evitar condenar expresamente las brutales agresiones a los derechos humanos en Venezuela, sin que eso descalifique al candidato, en un país que tanto echó de menos, durante tanto tiempo, la libertad.

El electorado joven se zambulle con entusiasmo en un proyecto desfasado, disparatado, sin fundamento

Incluso deslizan mensajes claramente antisemitas, sin que ello produzca un rechazo masivo. ¿Alguien cree que se puede frivolizar con esto? Parece innecesario tener que recordar lo que era la atmósfera europea de la primera mitad del siglo XX y adónde nos llevó el antisemitismo. O quizás no sea tan innecesario. Es sorprendente, incluso asombroso, advertir la ignorancia general que existe, en la mayoría de nuestros jóvenes, de la historia europea más reciente, que es nuestra propia historia.

Así podríamos seguir enunciando todos los avances que hemos obtenido en las últimas décadas y que, sin embargo, hoy parecen no importar al electorado más joven, que se zambulle con entusiasmo en un proyecto desfasado, disparatado y sin fundamento, que destruye toda la base de la convivencia que tanto costó construir a nuestros padres.

No nos debe extrañar tampoco. El déficit formativo de este sector de la población es crónico y no se solucionará -si es que se soluciona o al menos se mitiga- en décadas. Mientras tanto, el populismo avanza y no sería de extrañar que, más pronto que tarde, alcance el poder.

Lamentablemente, mucho me temo que avisos como este caerán en saco roto. No leen, no saben.

Uno de los grandes mantras de estos tiempos es aquél que dice que la juventud actual es la generación mejor preparada de nuestra historia. Personalmente, discrepo de esta afirmación. Creo firmemente que, con carácter general, nuestros jóvenes son bastante menos cultos que sus padres, e infinitamente más incultos que sus abuelos.

Sistema educativo Arnaldo Otegi