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La venganza de la 'bella inútil'
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La venganza de la 'bella inútil'

Los politólogos de los nuevos partidos han demostrado estar mejor preparados para la lucha electoral que los políticos a la vieja usanza y les han arrebatado cuotas importantes de poder

Foto: El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias. (EFE)
El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias. (EFE)

En la época en la que estudiamos los de mi generación (nacidos alrededor de 1960), la carrera de Ciencias Políticas era conocida como 'la bella inútil'. Muy interesante, muy bonita, pero con pocas, o nulas, salidas. Una antesala del temido paro universitario. Ya entonces aquello constituía una verdad a medias, y los más brillantes politólogos encontraban trabajos sólidos, y con futuro, tanto en el sector privado como en la Administración.

No era ninguna tontería, por otra parte, combinarla con estudios más 'serios' (Económicas, Derecho, Historia), pues los complementaba adecuadamente, y a uno le daba ventaja sobre los compañeros que no tenían una doble licenciatura.

Aun así, los 'padres responsables' torcían el gesto cuando mostrabas cierta vocación politológica. Para ellos era, como mucho, un divertimento. También porque la política estaba dominada por abogados, ingenieros, médicos y otras profesiones de toda la vida.

Su bagaje está bien orientado a la participación en la vida pública, o al menos a conquistar posiciones hasta ahora reservadas a otros profesionales

Esto ha cambiado radicalmente con la irrupción en nuestro sistema político de los nuevos partidos/movimientos (Ciudadanos, Podemos, etc.), que todos sabemos que tienen muchos politólogos en sus filas. Lo más duro para los políticos a la vieja usanza es que estos jóvenes, y no tan jóvenes, han demostrado estar mejor preparados para la lucha electoral y parlamentaria que ellos, y les han arrebatado cuotas importantes de poder.

Ha llegado la hora de la venganza de la bella inútil, y aquellos que estudiaron una mezcla de historia, economía, sociología, estadística, comportamiento electoral, historia de las ideas, teoría política, etc. se están llevando el gato al agua porque su bagaje universitario y profesional está bien orientado a la participación en la vida pública, o al menos a conquistar posiciones hasta ahora reservadas a otros profesionales.

Paradojas de la vida, los partidos de siempre empiezan a contar también con politólogos en mayor medida que nunca, lo que tendrá como resultado que de las facultades de Políticas saldrán muchos de los líderes de la España del futuro, hecho este que será probablemente bueno para el sistema político en su conjunto, dada la acusada versatilidad de estos universitarios.


*Ignacio Torres Muro es doctor en Derecho y lLicenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense.

En la época en la que estudiamos los de mi generación (nacidos alrededor de 1960), la carrera de Ciencias Políticas era conocida como 'la bella inútil'. Muy interesante, muy bonita, pero con pocas, o nulas, salidas. Una antesala del temido paro universitario. Ya entonces aquello constituía una verdad a medias, y los más brillantes politólogos encontraban trabajos sólidos, y con futuro, tanto en el sector privado como en la Administración.

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