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Tensión en la galaxia socialista

Las relaciones del PSC con el PSOE son complejas ya desde la fundación del partido en 1978, porque el PSC no es un partido federado independiente pero tampoco es una federación del PSOE

Foto:  El líder del PSC, Miquel Iceta. (EFE)
El líder del PSC, Miquel Iceta. (EFE)

El debate en el seno del socialismo español sobre el voto en la próxima investidura ha reabierto una vieja historia de las complejas relaciones entre el PSOE y el PSC.

La no elegida secretaria general del PSOE, Susana Díaz, está construyendo unas líneas rojas sobre su futuro liderazgo edificado sobre la unanimidad. Lo preocupante, en un partido plural, es que tenga la misma visión sobre el resto de la problemática de la política española. La duda es si intenta competir en españolidad con el PP. Alguien debería comentarle que es difícil ganar a la derecha en el tamaño de la rojigualda.

Sería instructivo recordar, además, el origen del PSC, fruto de un acuerdo entre Felipe González y Alfonso Guerra, por el PSOE, y Joan Reventós y Raimon Obiols, por el PSC-C, en 1977.

A veces, la memoria, en tiempos convulsos y tensos, nos puede hacer olvidar quién es quién en esta historia fratricida y fraternal.

Nació como un partido diferenciado del PSOE, pero que se vinculaba a través del Protocolo de Unidad

El Partit dels Socialistes de Catalunya fue fundado el 16 de julio de 1978 por la unificación de tres partidos existentes y que se disolvieron para formarlo: la federación catalana del PSOE, el Partit Socialista de Catalunya-Congrés y el Partit Socialista de Catalunya-Reagrupament.

Nació como un partido diferenciado del PSOE, pero que se vinculaba a través del Protocolo de Unidad como partido federado, por la voluntad de los fundadores de participar en un proyecto socialista en todo el Estado español.

El Protocolo de Unidad fijaba una relación entre el PSC y el PSOE en lógica de partido independiente pero federado. Jurídicamente, es independiente por estar inscrito en el Registro de Partidos Políticos y por una resolución de la Junta Electoral Central de 1986 referida a la asignación de espacios electorales.

El PSC no se integró en el PSOE como una federación más, sino que es el único partido de todo el Estado federado con los socialistas españoles

La relación entre los dos partidos está regulada por la Adicional Primera de los Estatutos del PSOE: "La articulación orgánica de los partidos federados surgidos de procesos de unidad socialista se regulará por lo establecido en los respectivos acuerdos de unidad aprobados por el congreso correspondiente”.

A diferencia de otros partidos socialistas que se integraron simplemente en el PSOE, perdiendo sus señas de identidad, el PSC no se integró como una federación más, sino que es el único partido de todo el Estado federado con los socialistas españoles.

Bien es cierto que las relaciones del PSC con el PSOE son complejas ya desde la fundación del partido en 1978, e incluso desde antes, con los Pactos de Abril de 1977, que formalizó la coalición electoral entre la federación y el PSC-C. Y lo son porque el PSC no es un partido federado independiente, pero tampoco es una federación del PSOE. Sería más correcto hablar de autonomía entre uno y otro. El problema de los socialistas catalanes era y es delimitar y marcar claramente los límites y las fronteras de esta autonomía.

El PSC recoge dos tradiciones del socialismo que han conformado dos culturas y sensibilidades diferentes y diferenciadas: la línea 'societal' y la línea 'estatal'

El PSC es un partido plural y complejo porque recoge en su seno dos tradiciones del socialismo que han conformado y conforman dos culturas y dos sensibilidades diferentes y diferenciadas. Estas dos culturas se pueden describir, de manera esquemática, de la siguiente manera: la tradición socialista catalana bebe de unas tradiciones antiestatistas, anticentralistas, individualistas, autogestionarias, cooperativistas y con influencias anarcosindicalistas. Representa lo que consideramos como la línea 'societal' en el socialismo europeo, en una corriente reconocible desde los socialistas fabianos hasta el PSU rocardiano.

La tradición dominante en el socialismo español, en cambio, tiene unos componentes estatistas, obreristas, jacobinos, laicos y republicanos. Representa la línea 'estatal' en el socialismo europeo. Estas dos 'almas' se entroncan en las raíces históricas que han marcado la vida del socialismo en Cataluña, con la existencia de un 'continuum' histórico que llega hasta nuestros días.

Esta descripción de las dos tradiciones nos lleva a plantearnos el tema de la posición socialista sobre las relaciones entre Cataluña y el Estado. Si para el PSOE la construcción y la transformación del Estado son el tema básico, en cambio, para los socialistas catalanes esta problemática es más lejana, tan lejana, a veces, como la actuación del Estado en Cataluña.

El PSC es un partido unido y unificado, pero lleno de tensión interna para mantener un equilibrio inestable entre dos 'almas' y su relación compleja con el PSOE

Asimismo, esta conformación de sensibilidades diferentes tiene unos efectos en el interior del partido unificado y en su proyección externa hacia la sociedad, diferenciándose las actitudes de grupos y núcleos tanto en relación al marco catalán como al conjunto español. Estos comportamientos están impregnados por aquellas culturas diferenciadas.

El PSC, partido unido y unificado, impregnado de dos culturas que lo convierten en un partido plural en su visión de la sociedad, pero lleno de tensión interna para mantener un equilibrio inestable, desde su fundación, entre las dos 'almas' y su relación compleja con el PSOE. Esta es la marca que distingue al Partit dels Socialistes de Catalunya hasta nuestros días.

¿Quiere el PSOE replantear esta relación? Hay muchos modelos aplicables, pero no en una lógica de subordinación como una federación más. Ello comportaría acabar con la propia identidad del PSC. Y el PSOE sabe que para volver a gobernar España, necesita a Andalucía y a Cataluña. Como diría Cobi, en estos días de aniversarios olímpicos, ¡amigos para siempre!

*Gabriel Colomé, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad Autónoma de Barcelona.

El debate en el seno del socialismo español sobre el voto en la próxima investidura ha reabierto una vieja historia de las complejas relaciones entre el PSOE y el PSC.

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