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Encuestas CIS: pintan oros para Feijóo y Urkullu, pintan bastos para Sánchez
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Ignacio Varela

Una Cierta Mirada

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Encuestas CIS: pintan oros para Feijóo y Urkullu, pintan bastos para Sánchez

Tanto Galicia como el País Vasco tienen ecosistemas políticos en los que el voto autonómico se decide con una lógica muy alejada del influjo de la política general de España

Foto: El lendakari, Iñigo Urkullu (d), y el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo. (EFE)
El lendakari, Iñigo Urkullu (d), y el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo. (EFE)

Una advertencia previa: estas dos encuestas preelectorales del CIS se han hecho con una metodología distinta a la habitual. Las entrevistas no se han realizado en los domicilios, sino a través del teléfono; y en esta ocasión el CIS ha encomendado el trabajo de campo a dos prestigiosos institutos privados. No hay nada raro en ello: se debe a que no es recomendable hacer encuestas a domicilio en pleno mes de agosto.

Dos sociedades satisfechas

El primer dato que llama la atención es que estamos ante dos sociedades bastante satisfechas de sí mismas y razonablemente satisfechas de sus respectivos gobernantes. Observen estos cuadros:

En los tiempos que corren, ya quisiera cualquier Gobierno disponer de estas cifras dos semanas antes de unas elecciones. Gallegos y vascos (más intensamente estos) consideran que la situación de su comunidad es mucho mejor que la de España, y tratan con mucha benevolencia tanto a sus actuales gobiernos como a sus presidentes. No llega a un tercio el porcentaje de quienes creen que su situación ha empeorado durante los últimos cuatro años. Por supuesto, estas valoraciones favorables son prácticamente unánimes entre los votantes del PP en Galicia y del PNV en Euskadi.

Líderes reconocidos frente a rivales anónimos

Los gallegos puntúan a su presidente con un 5,2 y los vascos a su lendakari con un 6. Hace mucho tiempo que un gobernante en ejercicio no obtenía notas semejantes. Pero la gran diferencia aparece cuando se los compara con sus adversarios electorales en preferencia presidencial y nivel de conocimiento.

El 36% de los vascos prefieren a Urkullu como presidente. El siguiente nominado, con el 10%, lo presenta púdicamente el CIS como “otras menciones a EH-Bildu”, obvia referencia a Arnaldo Otegi. Ningún otro candidato alcanza el 10%.

Feijóo y Urkullu son universalmente conocidos (95%), pero entre los demás candidatos únicamente Alfonso Alonso y la socialista Idoia Mendía superan el 50%

En Galicia, el 38% señala a Núñez Feijóo como su presidente preferido. En un remotísimo segundo lugar, aparece el candidato socialista, Fernández Leizeaga, con un 7%.

Y la cosa ya es abrumadora en lo que se refiere al grado de conocimiento. Mientras Feijóo y Urkullu son universalmente conocidos (alrededor del 95%), entre los demás candidatos únicamente Alfonso Alonso y la socialista Idoia Mendía superan el 50%. El resto parte del anonimato social cuando faltan 17 días para votar.

Dos partidos asentados con electorados fieles

Predomina claramente la idea de que los actuales partidos gobernantes (PP en Galicia y PNV en el País Vasco) son los que mejor pueden resolver los problemas de sus respectivos territorios, a gran distancia de los demás.

En consecuencia, son también quienes tienen más fidelizados a sus votantes. El 84% de quienes votaron al PP en Galicia en las generales piensa volver a hacerlo, así como el 86% de los que apoyaron al PNV. Para que se hagan una idea: la tasa de fidelidad del PSOE es del 52% en ambos territorios, ¡y solo han transcurrido dos meses desde el 26-J!

La vida te da sorpresas pero, con estos datos, todo indica que tanto Núñez Feijóo como Urkullu pueden ya ir preparando el discurso para la toma de posesión

Los electores del PP en Galicia y del PNV en el País Vasco son también quienes muestran más intención de participar y los que en mayor porcentaje tienen ya su voto decidido.

La vida te da sorpresas pero, con estos datos de partida, todo indica que tanto Núñez Feijóo como Urkullu pueden ya ir preparando el discurso para la toma de posesión.

La lucha por la segunda posición

El CIS muestra un empate en ambos territorios por el segundo puesto. En Galicia, los socialistas se lo disputan con En Marea. En Euskadi, Podemos con Bildu.

Esto es producto de que a la izquierda del PSOE se ha reactivado una competencia que compromete lo que en las generales pareció un avance imparable de las candidaturas podemitas.

Los presuntos ganadores no solo consolidan su espacio electoral, sino que el voto de sus opositores se fragmenta aún más en lugar de concentrarse

En Marea sufre por dos lados: una relativa desmovilización de sus votantes y la reaparición en el escenario del BNG, que le araña unos puntos importantes para asegurar la segunda posición. En el País Vasco, Podemos acusa el crecimiento de Bildu, que reclama el regreso a casa de una buena parte de sus antiguos votantes, que lo abandonaron en las generales.

Ello no hace sino favorecer aún más a los presumibles ganadores: no solo consolidan su espacio electoral, sino que el voto de sus opositores se fragmenta aún más en lugar de concentrarse.

Podemos en Euskadi y En Marea en Galicia obtuvieron en las generales resultados arrolladores que no repetirán, pero su primera irrupción en unas autonómicas gallegas y vascas es el factor que patea el tablero, reduciendo drásticamente el espacio histórico del nacionalismo radical (BNG y Bildu) y del socialismo.

El ¿resistible? descenso a los infiernos del PSOE

Si se confirmara la estimación del CIS, el Partido Socialista perdería dos escaños en Galicia y nada menos que ocho en el País Vasco, la mitad de su actual fuerza parlamentaria, ya diezmada en 2012. Recordemos que hace solo siete años, el PSOE tuvo 25 escaños en ambos parlamentos, un tercio del total. Ahora el CIS estima 16 en Galicia y ocho en el País Vasco. ¿Compensaría ese descalabro la eventual carambola de mantener la segunda posición en Galicia y superar por la mínima al PP en Euskadi? No sé, está visto que para los actuales dirigentes de ese partido, cualquier cosa sirve para hacer historia.

Una votación poco conectada con el lío nacional

En realidad, siempre ha sido así: al contrario de lo que sucede, por ejemplo, en Madrid, tanto Galicia como el País Vasco tienen ecosistemas políticos en los que el voto autonómico se decide con una lógica muy alejada del influjo de la política general de España.

Ellos mismos lo dicen en la encuesta: el 65% de los gallegos y el 74% de los vascos afirman que a la hora de decidir su voto darán más importancia a los temas relativos a Galicia y a Euskadi que a los relativos a la situación española.

Ni la crisis de no-Gobierno en España determinará el voto de gallegos y vascos, ni esa votación cambiará el escenario de los no-pactos en España

Ya sé que ahora lo que toca es atribuir un valor trascendental a las elecciones del 25-S para resolver el quilombo español. Pero yo no creo que sea así ni a la ida ni a la vuelta: ni la crisis de no-Gobierno en España será determinante en el voto de gallegos y vascos, ni esa votación cambiará sustancialmente el escenario de los no-pactos en España. El 25-S opera más como una excusa para seguir retrasando el momento de entrar en quirófano que como una cura del mal que padecemos.

Eso sí, me temo que si se cumple esta estimación del CIS —las hay incluso peores—, tras esa partida pintarán oros para Feijóo y Urkullu y pintarán bastos para Pedro Sánchez. Así es la vida.

Una advertencia previa: estas dos encuestas preelectorales del CIS se han hecho con una metodología distinta a la habitual. Las entrevistas no se han realizado en los domicilios, sino a través del teléfono; y en esta ocasión el CIS ha encomendado el trabajo de campo a dos prestigiosos institutos privados. No hay nada raro en ello: se debe a que no es recomendable hacer encuestas a domicilio en pleno mes de agosto.

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