Iberdrola no termina de alejarse de zona de peligro

El pasado 11 de junio se comentó que Iberdrola se encontraba en una fase de consolidación de las alzas que inició en verano del año pasado durante la cual estaba intentando superar uno de los máximos decrecientes principales de la tendencia bajista previa que se encontraba entre 4,06 y 4,15.

La dilución generada por la ampliación liberada del último ‘scrip dividend’ provoca que se tenga que ajustar toda la serie de precios del valor, con lo que la zona de resistencia a la que se ha hecho referencia se encuentra ahora entre los 3,92 y los 4,02. Y la media de 200 sesiones y zona de soporte inicial relevante en el 3,80 (anteriormente 3,90).

Esta es precisamente la zona en la que está encontrando soporte durante las convulsas últimas semanas, con lo que la estrategia que se planteó de compra cerca de los 4,00 (entornos del 3,90 a precios ajustados) sigue siendo válida. Sin embargo, empieza a preocupar la incapacidad del valor para superar la zona de resistencia estructural comentada (3,92 a 4,02).

Es necesario que esta zona se supere para que todo el proceso correctivo sufrido en el mes de junio se pueda considerar como una ratificación de la zona de soporte lo que elevaría la validez de la superación de la zona de resistencia, lo que despejaría el camino para poder desplegar un movimiento más significativo al alza.

El largo tiempo que se está tomando el valor para hacerlo empieza a ser preocupante porque la percepción de los precios actuales empieza a no ser percibido como una oportunidad de compra, paso previo a su ruptura. Por este motivo, se debe ser muy exigente con el stop; esto implica que un simple cierre por debajo del 3,80 sin necesidad de esperar a tener la plena confianza de que es consistente, sería motivo suficiente para cerrar cualquier posición larga que se haya abierto en el entorno de los 4 euros.